Ajuste de políticas ante nuevos fenómenos
A seis años de iniciada la era de las guerras preventivas lanzadas por Estados Unidos -en Afganistán primero y luego en Irak-, el número de refugiados que buscaron protección en terceros países disminuyó pero se dispararon las cifras de desplazamientos internos. Esto provocó un ajuste en las políticas del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), ya que la comunidad internacional solicitó su intervención urgente en la protección de esta población de desarraigados dentro de sus propios países.
"En este sentido -asegura el director de la oficina para las Américas del organismo, Philippe Lavanchy- aunque la cifra global de refugiados ha disminuido, el número de personas atendidas por ACNUR ha aumentado. Estamos en proceso de contabilizar, porque el fenómeno es nuevo. Recientemente teníamos 18 millones de personas pero en la medida en que avanza el censo aumenta este número rápidamente. Vamos ya en más de 20 millones."
La tragedia de los desplazamientos internos y de refugiados de Irak a partir de la invasión estadunidense en 2003 ha provocado ya el desarraigo de 4 millones de personas, una cifra sin precedentes en el mundo, superior incluso a la forma como los afganos se desbordaron por la frontera con Irán cuando la ocupación estadunidense de 2001. Es la situación nueva más aguda que tenemos. Son 1.2 millones en Siria, 800 mil en Jordania y 2 millones desplazados dentro de las fronteras iraquíes.
"En el caso de Afganistán se alcanzó la cifra de 3 millones 400 mil, pero la repatriación de afganos se logró de manera muy rápida -explica Lavanchy, quien estuvo en Irán entre 2001 y 2004-. El tiempo que yo estuve ahí se repatriaron un millón de personas. Aún quedan ahí alrededor de 600 mil."