''Ya sabíamos que había una duda, pero no una certeza'', dice la directora del museo
Anuncia el INBA que no descolgará las obras de Frida impugnadas por Tibol
Los ánimos están encendidos en el comité curatorial de la exposición dedicada a Frida Kahlo que se presenta en el Palacio de Bellas, luego de que la crítica de arte Raquel Tibol cuestionó el sábado pasado la autenticidad de dos obras que se exhiben en ese recinto, como informó La Jornada.
Apenas concluida ayer la mesa redonda de las Jornadas Fridianas en la sala Manuel M. Ponce, un tropel de periodistas rodeó a la directora del Museo del Palacio de Bellas Artes, Roxana Velásquez, para conocer su opinión.
Ambigua en sus respuestas y molesta porque ''nadie los convocó aquí" para hablar del asunto, la funcionaria señaló que no existe premura por iniciar un análisis y revisar si el óleo de Alejandro Gómez Arias y el dibujo de Isolda Kahlo son falsos.
''Somos historiadores de arte profesionales, estamos acostumbrados a tratar este tipo de problemas, no nos asusta. Ya sa-bíamos que había una duda, pero no una certeza. Aquí están los especialistas, hablen con ellos. Por supuesto que no voy a descolgar las obras hoy en la tarde para hacer un análisis. ¿Que podríamos hacerlo? Por supuesto que sí. No hay ningún temor.
''Esta noticia es muy buena para ustedes, yo lo entiendo. Pero no hay ninguna postura de nuestra parte, pues, ¿postura en cuanto a qué?, ¿a que estamos tomando en cuenta la opinión de la maestra Tibol? Claro que lo estamos haciendo."
-¿Pero se va a realizar un análisis de las obras?
-Se podría hacer en el caso de que se demuestre que son falsas. La maestra Raquel Tibol no ha pedido venir a analizarlos, por lo cual no se le ha negado nada. Trabajó en el catálogo, tiene cuatro textos ahí, ella vio la obra. La colección de obra está cuando alguien participa en un proyecto. ¿Estamos claros todos en esto?, ¿sí me están agarrando la onda, o no?
-¿Están enojados con Raquel Tibol?
-Por supuesto que no. Es de nuestro comité, abran el libro, ahí escribe.
Coronel Rivera pide pruebas a Tibol
Si bien es cierto que el área de difusión del Museo del Palacio de Bellas Artes nunca convocó a una rueda de prensa para hablar del tema de los presuntos falsos cuadros de Kahlo, ''aparecieron" entre el público el curador Juan Coronel Rivera, nieto de Diego Rivera, quien mostró varios catálogos a los reporteros para avalar la autenticidad del retrato de Alejandro Gómez Arias.
''No existe ninguna documentación en contra de la pieza salvo la opinión de Raquel. Sabemos el día a día del cuadro, no es que haya aparecido en una covacha, siempre perteneció a la familia de Gómez Arias, no ha pasado por galerías u otros coleccionistas, no tiene historias raras. Exijo que Tibol sustente su opinión, que me dé pruebas de orden histórico, no opiniones."
También acudió a esta cita ''imprevista" la artista Rina Lazo, propietaria del dibujo, ahora polémico, Retrato de Isolda, que según la reconocida crítica de arte, ''no es de la mano de Kahlo".
La acompañaban ''familiares de Frida, que sólo vienen atestiguar que sí se trata de una obra hecha por la pintora", dijo la ex discípula de Kahlo. Se trataba de Mara Romeo Kahlo (hija de Isolda Kahlo) y su hija Mara de Anda, fundadoras de la también cuestionada empresa Frida Kahlo Corporation.
Lazo explicó: ''Tibol dijo que en el dibujo los ojos le parecía que no eran como los que solía pintar Frida. Pero me parece que no conoce a la retratada, que tiene unos lindos ojos azules, muy grandes. Aquí está la sobrina bisnieta de Frida, miren, también tiene los ojos grandes y azules.
''La discusión es sólo porque a Raquel se le ocurrió encontrar una falla en la exposición, porque no fue curadora", concluyó Lazo, sin querer detallar cómo fue el momento en el que el dibujo llegó a sus manos.
Coronel Rivera apuntó que tampoco tiene duda de la autenticidad del dibujo: ''esta es la historia, Frida dibuja a Isolda, en ese tiempo, los años 50, Rina Lazo es alumna de Frida, ella toma el dibujo, se lo regala a Rina, e Isolda atestigua que ella siempre vio este dibujo colgado de la pared de Rina. Y ahí es donde estaba la pieza, nosotros la tomamos de casa de Rina y la trajimos aquí, con el testimonio de Isolda, que ella vio que su tía lo hizo y se lo regaló a Rina. No hay manera de que la pieza tenga duda".
Una periodista desestimó estos argumentos al señalar que la familia de Isolda (que en la época en el que la dibujó su tía era apenas una niña), es la que ha convertido a Frida en una marca comercial, ''no creo que estén muy calificadas para atestiguar si una obra es verdadera o falsa".
Juan Coronel, alterado, reviró: ''a mí la cuestión de la marca no me afecta, que quede claro. Aquí necesitamos establecer los orígenes de la obra. No tendría por qué haber dolo en torno a la procedencia de este dibujo. No estamos avalando una situación incorrecta. Tenemos el testimonio de la mujer que fue retratada.
''Si Isolda, la retratada dice que Frida le hizo el dibujo, ¿qué otro testimonio necesitamos para el caso? Los cuadros no se van a retirar, van a estar hasta el último día de la exhibición.
''Aquí el desprestigio es de Raquel, no de nosotros. Cuestiónenla a ella para que nos dé un cúmulo de conocimientos, como el que les estamos dando, para que tengamos certeza de otro tipo", concluyó Juan Coronel.
Mientras los gritos y sombrerazos sucedían en la sala Ponce, el público abarrotaba la exposición, yendo de aquí para allá por la espléndida colección de óleos, fotografías, dibujos, cartas. Más allá de dimes y diretes, simplemente, gozando a Frida.