Pese a las ausencias, reiteró que la meta es llegar a semifinales de la Copa América

Hugo pide paciencia; aguantaron a otros sin ser mexicanos, señaló

No son decisivas las bajas, expresó un optimista Cuauhtémoc Blanco; estamos motivados, afirmó

La cabeza del técnico Dunga está en juego en el torneo, aseguró la prensa brasileña

AGENCIAS

Puerto Ordaz, Venezuela, 26 de junio. México debutará este miércoles en la Copa América ante la verdeamarelha, en la cancha del estadio Cachamay, con varias bajas, pues a las deserciones de Pável Pardo, Ricardo Osorio y Carlos Salcido se sumaron los lesionados Jared Borgetti y Andrés Guardado.

Ante este panorama, el técnico nacional, Hugo Sánchez comentó: "Envidio a Brasil, que tiene a 900 jugadores en el mundo; Argentina, con 800 o 700". No obstante, insistió en que buscará llegar a semifinales; "ojalá nuestras armas nos alcancen", añadió.

Aunque el Pentapichichi había prometido ganar la Copa de Oro, lo cual no consiguió, aseguró que no hubo fracaso. Eso hubiera sido "de no haber estado en la final y pese a todas las adversidades tuvimos la oportunidad de llegar.

"Faltó poco para conseguirla, pero creo que vamos en la línea. Nos sirvió para llegar a la Copa América con preparación, mentalidad competitiva y buen nivel futbolístico", destacó.

En medio de un ambiente crítico y adverso, Hugo se defendió: "Espero (que los aficionados) entiendan que estoy haciendo lo mejor para la selección, para los jugadores. En otras etapas hubo situaciones y circunstancias que ahora no hay. Ellos le están echando ganas. Pido un poco de paciencia.

"Como jugador me pasó lo mismo para triunfar en Europa y ahora México necesita serenidad, porque si aguantaron a otros que no son mexicanos y los trataron de forma fatal, me merezco algo más."

Cuauhtémoc Blanco se mostró optimista al considerar que las bajas no serán decisivas. "Estamos muy motivados y eso nos ha hecho salir adelante en este mal momento", dijo, y afirmó que hay gente para suplir a los indispuestos y destacó la unión de grupo como uno de los puntales que les permitirá superar el mal momento.

La peor parte la sacó Borgetti, quien señaló que la lesión le molesta. "No puedo estirar la pierna (izquierda) ni caminar bien; tampoco sentarme porque me molesta el glúteo", mientras Guardado, quien sufrió un fuerte choque de cabeza con un jugador estadunidense, sigue en observación.

Brasil, sin sus figuras estelares, se dispone a defender el título, con el afán implícito de curar el dolor causado por la prematura eliminación en Alemania 2006.

Dunga dirigirá su primer torneo oficial y tampoco está exento de presión, pues la exigente prensa de su país lo observa bajo lupa, con la premisa de que el timonel está en examen y si sus resultados son malos, podría ser despedido.

"Como jugador fue un vencedor, un gran representante de la garra brasileña. Y por eso se le nombró estratega, para poner orden, pero como técnico aún no se conocen sus características.

"Hay que esperar a que termine el torneo", propuso Francisco Aiello, de Radio O'Globo, de Río de Janeiro. "Si pierde (la copa), su cabeza estará bajo la guillotina", indicó el diario O Sur, de Porto Alegre.

La actividad en el llamado grupo de la muerte comenzará con el partido entre Chile y Ecuador, este último favorito por haber clasificado a los dos recientes Mundiales.

En la víspera, los técnicos Nelson Acosta y Luis Fernando Suárez, respectivamente, dispusieron entrenamientos a puerta cerrada.