Esparza Flores pagó taquiza a sus simpatizantes
En un clima de desconfianza, se perfila la relección en el SME
Con una taquiza "pagada por la planilla verde", la cual es encabezada por Martín Esparza Flores, actual dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME); una afluencia global que superó las expectativas del gremio, pues sufragaron más de 48 mil trabajadores; sanciones sindicales a quienes se pronunciaron en contra del dirigente, y una "avasalladora" propaganda proselitista en favor de Esparza Flores, concluyeron ayer a las 15 horas las votaciones en el SME.
Con un ambiente de júbilo de los seguidores de Esparza, debido a que manifestaron estar "seguros" de que su líder repetirá en la dirigencia del gremio por dos años más, y de "temor" entre los que apoyaban a Ramón Mera Villarruel, el contrincante electoral, debido a que "nos tienen bajo la ley del terror sindical", ayer emitieron su voto sólo 3 mil 663 electricistas, es decir, menos de la mitad de los que sufragaron la jornada previa al cierre de las votaciones. No obstante, en este proceso, señalaron fuentes cercanas a la dirigencia, se superó por más de 3 mil votos lo ocurrido hace un año, cuando se renovó la secretaría del interior.
Según estas fuentes, en este proceso comicial "hubo anomalías menores", pero ello no opacó que el voto fuera "libre, secreto y directo, lo cual garantiza que la elección fue limpia".
Cabe destacar que entre las violaciones a los estatutos estuvo la transgresión al artículo 23, ya que la difusión proselitista en favor de Esparza Flores se realizaba inclusive en los alrededores de la urna instalada en la sede sindical.
Poco antes de que dieran las 15 horas, los electricistas que apoyaban al actual líder degustaban en los alrededores de la sede del gremio tacos de carnitas, gorditas y chicharrón, que "pagó" el dirigente, según refirieron a este diario los trabajadores que se arremolinaban en torno a por lo menos cinco puntos en los que se repartía la comida y refrescos "para celebrar su triunfo", inclusive una patrulla que se encontraba a las afueras del sindicato sirvió como "mesa" para la repartición de los alimentos.
Por su parte, los seguidores de Mera Villarruel se quejaron del férreo "control" que el dirigente tuvo sobre las elecciones, y auguraron que ocurrirían eventuales "conatos de violencia", lo cual hasta anoche no había ocurrido. Sin embargo, un policía auxiliar asignado al lugar narró a este diario que en más de una ocasión los que manifestaban haber votado por el oponente de Esparza "salieron golpeados, pero nosotros nada más mirábamos", reconoció.
Pese a que la comisión de escrutinio debió comenzar el recuento ayer por la tarde, la previsión -se aseguró anoche- es que en las primeras horas de hoy iniciará dicha labor, con el propósito de dar a conocer los resultados el 3 de julio próximo. La razón del retraso es que la planilla amarilla, la número 1, de Mera Villarruel, pidió tener más escrutadores, pero el estatuto refiere que sólo puede haber dos por planilla.