Vendió parte de sus acciones de Quart a su mensajero, cuando éste estaba preso
Congela la PGJDF indagatoria contra Ahumada por alteración de documento
La culpabilidad del empresario derivaría en el delito de falsedad y no alcanzaría fianza
Ampliar la imagen El empresario Carlos Ahumada Kurtz fue captado el 8 de mayo anterior cuando abandonó la agencia 50 del Ministerio Público, ubicada en las instalaciones de la PGJDF, después de un reconocimiento médico tras ser exonerado por el juez Alberto Rubalcava Foto: Marco Peláez
Como parte de su defensa legal, Carlos Ahumada Kurtz presentó ante las autoridades ministeriales un "instrumento" notarial, fechado el 3 de diciembre de 2001, en el cual se indica que en julio de ese año el empresario y Elsa María González Guardia vendieron parte de sus acciones del Grupo Quart a Rosalío Rodríguez Jiménez; sin embargo, el supuesto comprador, quien trabajaba como mensajero de la familia Ahumada Gurza, estuvo preso en el Reclusorio Norte de abril de 2001 a mayo de 2002, por lo cual fue imposible que asistiera a dicha "asamblea general extraordinaria de accionistas".
Al percatarse de ello, la anterior administración de la procuraduría capitalina inició una averiguación previa en contra de Ahumada Kurtz por los delitos de uso de documento público falso y falsedad en declaraciones para imputarle a un tercero un delito; paralelamente, reunió elementos suficientes para presuponer que el acta notarial fue alterada por el empresario para evadir responsabilidades penales.
No obstante todo lo anterior, la nueva administración que encabeza Rodolfo Félix Cárdenas mantiene congelado el expediente.
Empleado multiusos
Según consta en documentales y actuaciones ministeriales, Rodríguez Jiménez fue contratado por el dueño del Grupo Quart "a finales de 1993 o principios de 1994" para que fungiera como "vigilante" del inmueble que en esa época habitaba la familia Ahumada Gurza, ubicado en la calle Cerro Macultepec, en la colonia Campestre Churubusco, delegación Coyoacán.
Rosalío Rodríguez declaró ante las autoridades que además de realizar labores de vigilancia también ofrecía sus servicios como mensajero, ya que en ocasiones su "patrón" le solicitaba llevar documentación a diferentes notarías, como "la 116", cuyo titular es Ignacio Morales Lechuga, o la 198, ubicada en la esquina de Taxqueña y Canal de Miramontes.
A pesar de los antecedentes y funciones para las que fue contratado Rodríguez Jiménez, aparece en el acta notarial referida como la persona que el 26 de julio de 2001 le compró a su antiguo "patrón" acciones del Grupo Quart.
El documento público número 72592, cuya fe dio Alfonso Román en su calidad de notario público número 134, yace en actuaciones judiciales.
Al integrar la averiguación, el agente del Ministerio Público solicitó la comparecencia de Rosalío Rodríguez, quien declaró ante las autoridades que nunca estuvo presente en la asamblea extraordinaria, que presuntamente se realizó el 26 de julio de 2001, y que "mucho menos" adquirió acciones del grupo Quart.
Para corroborar lo anterior el testigo presentó un oficio de la Dirección de Ejecución de Sanciones Penales del gobierno capitalino, con el número SSG/DESP/19812/2002, el cual fue signado por el titular de dicha dependencia, Pedro Arellano Aguilar.
En el documento se indica que Rodríguez Jiménez ingresó en el Reclusorio Norte el 4 de Abril de 2001 y fue hasta el 27 de mayo de 2002 que obtuvo el beneficio de "tratamiento en externación a libertad preparatoria".
Rodríguez Jiménez fue recluido con motivo de la causa penal número 65/93 instruida ante el juzgado cuarto de lo penal del Distrito Federal.
Nada hasta el momento
El 8 de mayo, horas después de que Carlos Ahumada fuera exonerado por el juez 12 de lo penal, Alberto Rubalcava, el procurador capitalino, Rodolfo Félix Cárdenas, se refirió a dicha averiguación previa: "En cuanto a la investigación de uso indebido de documento falso y falsedad en declaración, son hechos que se investigan conjuntamente.
"Lo identificamos como un tema de una escritura pública, que se dice es un documento falso (...) La cuestión de la falsedad se tiene que valorar, hay que ver el caso concreto cómo se da, pero el tema de fondo, como lo identificamos nosotros a efectos de la procuraduría, es un hecho concreto".
Sin embargo, después de casi dos meses transcurridos, la procuraduría capitalina no ha informado qué ha sucedido con dicha averiguación previa.