No implica sólo militarización, sostiene el embajador
Util para México, la estrategia del plan Colombia: Luis Camilo Osorio
El embajador colombiano en México, Luis Camilo Osorio -señalado por sus nexos con paramilitares en su país-, planteó ayer que las experiencias del plan Colombia pueden ser útiles aquí, pues refirió que no se trata en forma exclusiva de una estrategia de militarización en las calles, sino de un programa global que, entre otras acciones, considera la sustitución de cultivos de enervantes por otros productos rentables, el fortalecimiento de las instituciones mediante una política de seguridad, así como la restructuración de las herramientas jurídicas de investigación ministerial y de impartición de justicia, como la oralidad de los juicios penales.
Al participar en el foro Seguridad a la inversión: propuestas y proyectos, organizado en un hotel de la ciudad de México por la Cámara Americana de Comercio, el también ex fiscal general colombiano hizo un recorrido histórico del pasado reciente de su país para ejemplificar sobre las supuestas bondades del plan Colombia.
"Hasta hace unos años, en la década de los noventa, quien en Colombia decidía viajar de una ciudad a otra utilizando las carreteras corría un verdadero riesgo, cometía una insensatez; en ese entonces éramos víctimas del secuestro, y lo peor fue que creímos que no había solución y las cosas iban a continuar de la misma manera.
"Las guerrillas gozaban aún de cierto prestigio internacional y eran vistas como precursoras de la justicia en algunos foros internacionales, en los que organizaciones civiles consideraban a sus cabecillas como sus valientes defensores.
"Mientras tanto, los colombianos sufríamos el ataque terrorista de estos grupos y presentíamos el crecimiento de un monstruo paralelo: grupos armados al margen de la ley.
"A partir de que los guerrilleros deciden dedicarse al negocio de la droga, la lógica criminal de estos grupos fue evidenciándose cada vez más (...) Debe tomarse en cuenta que la política colombiana de las últimas dos décadas ha girado alrededor del problema de la violencia y las estrategias para suprimirla; es por eso que varios procesos de paz se han desarrollado con diversos grupos.
"Inclusive en algún momento se pensó considerar propuestas de narcotraficantes que ofrecían pagar buena parte de la deuda externa y se oyó que podría ser fórmula para lograr someterlos y detener sus desmanes.
"Sin embargo, sólo el uso legítimo de la fuerza del Estado es aceptable (para combatir al narcotráfico); todos deben ser combatidos y a todos debe tendérseles la mano en el momento en que garanticen su voluntad de paz", indicó el embajador en referencia a la clave que les permitió, según él, gozar actualmente de una cooperación ciudadana que se concreta con el pago de un impuesto de guerra y otro sobre el patrimonio superior a 850 mil dólares.