PRI y PAN mantienen primacía en sus áreas de influencia
En el panorama electoral duranguense, sólo 2 partidos
Todos los demás juntos suman 6% de la intención de voto
Durango, Dgo., 28 de junio. Después de casi cuatro meses de precampaña y campaña electoral, sólo los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) llegan a la recta final rumbo a los comicios de este domingo, y aparecen en todas las encuestas como las principales fuerzas políticas que se disputarán las 39 alcaldías y las 30 diputaciones locales en juego.
Para este primero de julio están convocados a las urnas aproximadamente un millón de duranguenses y por primera vez los que acudan elegirán a 30 legisladores -17 de mayoría y 13 de representación proporcional-, en lugar de 25.
En Durango, Gómez Palacio y Lerdo, los tres principales municipios del estado, los dos primeros gobernados por el PRI y el tercero por el PAN, las intenciones de voto se han ido cerrando, a costa de los candidatos del respectivo partido en el poder.
En la capital, el candidato del PRI al gobierno municipal, Jorge Herrera Caldera, ex secretario de Finanzas estatal, empezó con diferencia de casi 30 puntos sobre su amigo Bonifacio Herrera Rivera, ex dirigente estatal y candidato del PAN, a quien se vincula con la organización ultraderechista El Yunque.
Al inicio de la campaña, hace tres meses, se especuló que Herrera Rivera era el candidato panista a modo del gobernador, el priísta Ismael Alfredo Hernández Deras, de quien siempre ha sido amigo, y más creció la especulación porque los panistas no tenían propaganda en los medios de comunicación.
Sin embargo, esa diferencia ha ido disminuyendo, y en las encuestas más recientes el priísta aún aparece con diferencias favorables, pero ya no tan abultadas. GEA-ISA le da 4.9 puntos sobre el panista; Marketing Político lo coloca en ventaja de 12 puntos, y Consulta Mitofsky, 11 puntos arriba.
Esto ha motivado a los panistas a echar toda la carne al asador y en el último mes de campaña intensificaron su propaganda política.
En Gómez Palacio ocurre un caso similar. El candidato del PRI, Ricardo Rebollo, arrancó campaña con más de 30 puntos de diferencia sobre su rival panista, pero la inseguridad que se ha incrementado en la región lo ha perjudicado y se ha estrechado su ventaja, pero sigue en alrededor de 15 puntos arriba.
En Lerdo la situación es inversa: el candidato panista arrancó muy por encima de su contrincante priísta, pero el margen poco a poco se ha ido reduciendo.
Pese a todo, las campañas se desarrollaban en aparente calma, con exceso de propaganda por parte del PRI, con poca de los panistas, y una tranquilidad aparente que en ocasiones pareciera que ni hubiera proceso electoral en puerta.
El panorama, sin embargo, se encendió a raíz de los tres supuestos debates entre los candidatos a puestos de elección popular en la capital de Durango.
El primero lo organizó la Universidad José Vasconcelos, pero el candidato del PRI no asistió, lo que le trajo severas críticas y benefició al aspirante del PAN.
Una semana después, la Confederación Patronal de la República Mexicana organizó el segundo debate. El PRI aseguró primero que su candidato no asistiría, inclusive un desplegado en toda la prensa escrita daba a conocer el motivo de la inasistencia. Pero cuando se iniciaba el "debate" con un solo candidato, el del PAN, apareció el priísta.
Dos días más tarde se realizaría el tercer debate, organizado por la Universidad Autónoma de Durango, en el que nuevamente el candidato del PRI mandó a decir que no acudiría y no lo hizo; el del PAN aprovechó el espacio, y su intervención fue difundida en televisión por cable y en radio.
Las pugnas se intensificaron dos semanas atrás con la visita de Manuel Espino, dirigente nacional del PAN y amigo del gobernador, a quien acusó de encabezar una elección de Estado a favor de los candidatos priístas.
Espino dijo entonces que en el municipio de Canatlán se estaban entregando bultos de cemento de programas gubernamentales, pero el material de construcción lo entregaba el candidato del PRI.
Esto provocó que el PRI iniciara un ataque contra el PAN, pero utilizando a los candidatos del PT y del PRD a la alcaldía de Durango, y a la dirigencia estatal del Partido Verde Ecologista de México, quienes se dedicaron a criticar al candidato panista a la alcaldía capitalina y al Partido Acción Nacional.
El 22 y 23 de junio, las dirigencias estatal y nacional del PAN volvieron a señalar que el gobernador estaba acudiendo directamente a entregar cemento a municipios donde el PAN lleva la delantera en intención del voto sin avisar a los alcaldes de su visita cuando éstos son de extracción panista. Manuel Espino criticó al gobernador por no haber suspendido y, al contrario, intensificar la difusión de su obra en los medios de comunicación.
"Hasta la gobernadora de Zacatecas, y eso que es del PRD, lo ha hecho; no entiendo por qué aquí no se hace", dijo.
La tarde del lunes pasado, en la ciudad de Durango, panistas y priístas se dieron sus empujones cuando los primeros interceptaron un camión con despensas que, supusieron, serían entregadas para comprar el voto en la zona rural.
El gobernador, en una reunión con directores de medios de comunicación, reconoció que su partido, el PRI, podría perder nueve alcaldías y seis de las 17 diputaciones que se disputan por mayoría.
De los demás partidos -PRD, PT, PVEM y Alternativa Socialdemócrata-, las encuestas los han incluido en el rubro de "otros", y la suma de todos se ubica en seis por ciento, aproximadamente, no obstante el derroche publicitario que han hecho.