Son viables para grandes empresas del campo que ya están capitalizadas: CCC
Inoperantes, los programas de apoyo al campo, denuncian pequeños productores
Sagarpa carece de una estrategia específica para cada rama, coinciden Conorp y UNTA
Ampliar la imagen La liberación del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio en 2008 preocupa a los pequeños productores de todo el país. Imagen de archivo de nopaleras en Tlalnepantla Morelos Foto: Jesús Villaseca
Los programas de apoyo al campo que el gobierno federal ha presentado en lo que va de la administración de Felipe Calderón contienen procedimientos complicados que de origen los hacen inoperantes y, una vez más, se crean para privilegiar a medianas y grandes empresas vinculadas con la agricultura, coincidieron en sendos señalamientos representantes del Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros (Conorp) y la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA).
Refirieron que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Alimentación y Pesca (Sagarpa) no cuenta con una estrategia específica para cada rama productiva ni para incentivar la producción en conjunto y lo que el sector oficial dice al respecto "son palabras al aire".
De cara a la apertura total del sector en el contexto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), anunciaron que el gobierno aceptó una adenda para ratificar el Acuerdo Nacional para el Campo "en todos sus términos", lo cual podría ocurrir en no más de 15 días. En él, se pretende incluir "adiciones de coyuntura" que serían las bases para formular el programa nacional concurrente y los sectoriales.
Ante la liberación del capítulo agropecuario en 2008, destacaron que las organizaciones todavía le apuestan a la movilización y a seguir proponiendo acciones para enfrentar la apertura comercial y la actual tendencia mundial de incrementos en los precios de alimentos, y advirtieron que de no tomarse medidas correctivas el país va a tener serias dificultades para enfrentar la situación.
El dirigente de la Central Campesina Cardenista, Max Correa, refirió que en los encuentros con el gobierno federal las organizaciones agropecuarias han señalado la inoperancia de los esquemas y programas que se ponen en marcha; sin embargo, como respuesta sólo han obtenido promesas de más reuniones y acercamientos con otros funcionarios.
Ejemplificó que el Programa de Apoyo a la Cadena de Producción de Maíz y Frijol (Promaf) -con una bolsa de tres millones 131 mil 500 pesos para apoyar a pequeños productores de menos de tres hectáreas en la adquisición de fertilizantes y a minifundistas de maíz y frijol en estados deficitarios o con potencial- lleva un ínfimo avance por lo complicado de sus reglas de operación, según acusan organizaciones, comercializadores y distribuidores del insumo.
Indicó que los programas son viables para los grandes agricultores, que ya están capitalizados, "pero para el sector social y los estados del centro, sur y sureste del país, no vemos medidas enfocadas a apoyar y subsidiar la competitividad del maíz, frijol y otros productos".
En entrevista, el líder de la UNTA, Alvaro Ríos, dijo que los funcionarios públicos suponen que con sus anuncios, de manera automática se puede incrementar la producción. Consideró que les hace falta afinar sus estrategias y apuntalarlas para los sectores más rezagados.