Reconoce embajador esfuerzos por efectuar cambios

Reformas fortalecerán vínculos México-Canadá

JOSE ANTONIO ROMAN

En la "alianza" que han establecido los gobiernos de México y Canadá, este último admite los "grandes esfuerzos" que realiza el presidente Felipe Calderón para sacar adelante las reformas estructurales, que fortalecerían las relaciones comerciales entre ambos países, cuyo intercambio en 2006 fue por 21 mil 500 millones de dólares.

En entrevista, el embajador canadiense en el país, Gaetan Lavertu, acepta que aún cuando las relaciones diplomáticas son "excelentes", van más allá de lo meramente económico y existe un diálogo político fluido, el problema fundamental es que no hay conocimiento suficiente en cada país sobre la realidad del otro. "Pero el hecho de que las estadísticas están en constante expansión en todos los sectores demuestra que nos estamos descubriendo", resaltó.

Informó que después de la reunión de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), los días 20 y 21 de agosto próximo en Québec, donde se reunirán los mandatarios de Estados Unidos, Canadá y México, el presidente Calderón permanecerá varios días en su país para emprender una gira por Ottawa, Calgary y Toronto. "Se trata de dar un nuevo empuje, nueva aceleración, a la cooperación entre ambas naciones. Estamos en el proceso de identificar las áreas en que ambos países van a trabajar en los próximos años", manifestó.

Desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en 1994, el comercio México-Canadá se ha cuadruplicado, ha crecido a una tasa promedio anual de 13.3 por ciento. Canadá se convirtió en el tercer mercado para los productos mexicanos, detrás de Estados Unidos y la Unión Europea, y México se hizo el quinto socio comercial de Canadá, que además es la tercera fuente de inversión extranjera directa (IED) en esta nación. Entre 1994 y junio de 2006 las más de mil 700 empresas con capital canadiense invirtieron más de 5 mil millones de dólares, cifra que representa 3.1 por ciento de la IED total recibida por el país en ese periodo.

Lavertu, embajador en México desde septiembre de 2003, expresó que en la reunión de agosto próximo los presidentes de los tres países revisarán, entre otras cosas, lo efectuado en materia de seguridad. "Hay ciertos temas que se imponen. Creo que el tema de las fronteras es importante, pero también buscar fluidez en el flujo de personas y mercancías."

Respecto de la Alianza México-Canadá dijo que fue construida en 2004 como foro que tiene como prioridades incrementar el comercio bilateral y la inversión; la asociación estratégica entre los sectores público y privado de ambos países; el intercambio de experiencias en materia de fronteras inteligentes y seguridad, y educación y reformas institucionales, entre otras. Mediante ese mecanismo ahora se identifican las áreas de políticas públicas donde ambas naciones pueden facilitar la cooperación y mejorar las oportunidades para el desarrollo económico y las inversiones. Se han formado varios grupos de trabajo para los sectores energético, agricultura, comercio, ciencia y tecnología, capital humano, asuntos urbanos y vivienda, y se evalúa incorporar más en fechas próximas.

Si bien el diplomático consideró la importancia de las reformas estructurales que busca realizar el gobierno mexicano, aclaró que para el desarrollo nacional también es importante que existan un contexto macroeconómico favorable, buena política monetaria y fiscal y una administración competente y rigurosa. "Por ello vemos de manera muy positiva la evolución de la economía mexicana."

Dijo que, aunque no han prosperado dichas modificaciones, no han dejado de llegar a México inversiones y empresas canadienses, alentadas principalmente por el TLCAN.

Insistió en que las relaciones entre los dos países van más allá del comercio y la inversión, pues ambas comunidades van creciendo en importancia. Pese a que las cifras son menores, añadió, hay un número creciente de mexicanos que se dirigen a Canadá como estudiantes o visitantes, además de los 14 mil trabajadores agrícolas temporales que anualmente viajan a las 10 provincias canadienses en el contexto de un programa regulado. Por otro lado, cada año vienen a este país un millón de turistas canadienses, sin contar los miles de jubilados de esa nación que han decidido residir permanentemente aquí.