Destacan modelo británico contra el gasto corriente
En momentos en que la iniciativa de reforma fiscal propuesta por el gobierno del presidente Felipe Calderón se discute entre sectores políticos y económicos, el sector privado ponderó la política fiscal adoptada por el Reino Unido para reducir el déficit fiscal por medio de un mayor control del gasto corriente.
Lo anterior resultó "clave" para la estabilidad macroeconómica británica y logró colocarla como una de las naciones con mayores tasas de crecimiento entre los miembros del Grupo de los Siete, de acuerdo con el análisis semanal del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
El organismo refirió que desde hace una década el Reino Unido se preocupó por adoptar un esquema para controlar la inflación, a fin de conseguir la estabilidad de los precios, y destacó que la política monetaria se encuentra en total coordinación con la política fiscal, sobre todo para reducir cualquier riesgo internacional, pues dicho país padece un creciente endeudamiento.
Con tales objetivos, los británicos se propusieron reducir la deuda pública, que representa 45 por ciento de su PIB, pero para lograrlo optaron por una disminución del gasto corriente, a fin de reducir el déficit de cada ejercicio fiscal.