El volumen recibió el premio Palma de Plata otorgado en Sudáfrica
Recopilan en libro la variedad de las artesanías del estado de México
Ampliar la imagen Muestra de las artesanías que se describe en el libro
Los orígenes y manufactura de los tapetes de Temoaya, los árboles de la vida de Metepec, el vidrio soplado de Texcoco y la ancestral papelería y cartonería quedaron perpetuados en el volumen Artesanía mexiquense, la magia de nuestra gente.
El libro de la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario, editado por el gobierno del estado de México, obtuvo recientemente el premio Palma de Plata que se otorga a la publicación de mejor calidad, otorgado en Sudáfrica en el certamen internacional Sappi Trading Printers of the year 2007, informó Laura Barrera Fortoul, titular de la Secretaría de Turismo de la entidad.
“Los criterios de evaluación –prosigue la funcionaria– se enfocaron en la excelencia técnica del libro, pero también se tomó en cuenta el impacto global del trabajo, el grado de dificultad de su ejecución y la calidad del acabado.”
De las nueve categorías que integran el certamen, Artesanía mexiquense se adjudicó el galardón en el rubro de libros de arte, el cual fue evaluado por “un panel independiente de jueces que representa a varias federaciones internacionales de impresores”.
Los colores, texturas y formas de las creativas manos de los artesanos mexiquenses integran el contenido del libro que tiene apartados en los que las abundantes formas, texturas y colores agasajan el sentido de la vista.
Los temas de la alfarería y la cerámica, la cerería, confitería, fibras vegetales, herrería artística, hueso y cuerno, lapidaria y cantería, madera, metalistería, orfebrería, panadería, papelería y cartonería, pirotecnia, talabartería, textiles, vidrio y otras técnicas populares integran el libro.
El gobernador Enrique Peña Nieto, en la presentación del volumen, señaló: “Las artesanías sintetizan la historia y la cultura de los pueblos, en sus colores, formas y texturas, se encierran los símbolos, creencias y expresiones de un pasado que nos enorgullece y son una herencia que enriquece nuestro presente y nuestra identidad.
“Esta publicación –continúa– atesora lo más representativo de la creación artesanal de nuestra tierra y queda como testimonio de la grandeza, colorido y alegría del espíritu mexiquense”.
Una banda de calaveras elaborada en barro policromado, un móvil de campanas en cerámica de alta temperatura, la maleable cera y las velas aromáticas de Tecámac, el dulce cristalizado de Ocoyoacac, los sombreros de palma de Toluca, el calendario azteca manufacturado en popotillo y los alebrijes de Ecatepec enorgullecen a los artesanos mexiquenses, quienes luchan para que permanezcan sus tradiciones y sea reconocido a escala internacional el talento que poseen para transformar la madera, el metal, la piedra, el hilo, el papel o la cera.