Usted está aquí: martes 3 de julio de 2007 Economist Intelligence Unit Petroleras rechazan normas sobre biocombustibles

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Petroleras rechazan normas sobre biocombustibles

En enero, la Comisión Europea propuso que la industria petrolera reduzca sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) en uno por ciento al año durante una década, a partir de 2011, como parte de una revisión de la norma sobre calidad de combustibles (FQD, por sus siglas en inglés). En marzo, los líderes de la Unión Europea (UE) acordaron que para 2020, 10 por ciento de los carburantes para transporte deberán obtenerse a partir de biocombustibles hechos de plantas, con el propósito de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La propuesta sobre la calidad de los combustibles se analizó en una reunión auspiciada por la Comisión Europea el 29 de mayo. Europia, la asociación europea de compañías petroleras, y Concawe, la agrupación que realiza investigaciones sobre esta industria, argumentan que este sector, por sí solo, nada puede hacer para reducir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por combustibles derivados del petróleo; sin embargo, están en favor de que los mecanismos para reducción de emisiones se apliquen a los biocombustibles.

Las empresas calculan que para abatir en 10 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero mediante el uso de biocombustibles, al menos 16 por ciento de los carburantes que consume la UE tendrían que ser de este tipo.

De acuerdo con Europia, el continente no puede cultivar suficientes materias primas para producir tal cantidad de biocombustibles; por ello, para alcanzar la meta de reducción de emisiones Europa tendría que importar cosechas de países tan lejanos como Brasil, Malasia e Indonesia, lo que resultaría más costoso, implicaría un menor ahorro de CO2 y tendría repercusiones en la seguridad energética.

Europia también argumenta que, con el propósito de alcanzar la meta de reducción de emisiones, las gasolinas deberán contener más de un tercio de etanol. La mayoría de los autos aún tienen problemas con la mezcla que contiene 10 por ciento de etanol, recomendado en la más reciente evaluación de la calidad de los combustibles.

Lisa Boch Anderson, de ExxonMobil, señaló que esa compañía coincide con los cálculos de Europia. La reducción de emisiones de CO2, señaló, tendrá que lograrse con un mayor consumo de biocombustibles, porque la creciente demanda de hidrocarburos y la necesidad de perforar pozos en lugares más distantes han limitado la eficiencia de las refinerías. Además, tecnologías como la captura y almacenamiento de carbono y el uso de automóviles propulsados por hidrógeno o electricidad no estarán listas para utilizarse a gran escala antes de 2020, de acuerdo con Exxon y Europia.

La Comisión Europea respondió que la industria petrolera sí tiene alternativas para reducir las emisiones, entre ellas una mayor cogeneración de energía, uso de calor residual, cambio de combustibles, utilización de hidrógeno y reducción de las quemas en antorcha, así como capturar y almacenar carbono para refinerías. Un funcionario de la comisión dijo: "las cifras de la misma industria petrolera muestran que los incrementos de eficiencia de las refinerías podrían reducir sus emisiones en uno por ciento en una década, y también pueden sustituir 30 por ciento de sus combustibles por otros que generen menos emisiones".

Los fabricantes de automóviles también rechazan las afirmaciones de las petroleras. Sigrid de Vries, de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA, por sus siglas en inglés), indicó que no es "un argumento válido" afirmar que se necesitaría una mezcla de combustible con un tercio de etanol para alcanzar las metas de reducción de emisiones. Si más automovilistas cambian a los biocombustibles, dijo De Vries, las emisiones disminuirían, aun cuando se usara una mezcla con menos etanol.

La representante de las armadoras de autos señaló que la prioridad debería ser una mayor disponibilidad de biocombustibles. "Se necesitan incentivos fiscales para mejorar la infraestructura y crear una red de suministro de biocombustibles", afirmó.

Stephanie Ho, del Consejo Europeo del Biodiesel, dijo que Europa también debería ofrecer incentivos para cambiar las gasolinas por el diesel, cuyas mezclas necesitan menos combustibles hechos de plantas para reducir las emisiones de CO2.

El 4 de junio los comités de Medio Ambiente y Agricultura del Parlamento Europeo analizaron la propuesta sobre la calidad de los combustibles. En la respuesta del comité ambiental, la socialista Dorette Corbey, legisladora holandesa integrante de la Eurocámara, señaló que haber considerado el factor de los gases de efecto invernadero es "un paso importante para que la UE alcance los objetivos que se ha fijado en relación con el cambio climático".

EIU

Traducción de textos: David Zúñiga

 
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