Tráfico de armas, cáncer para AL: asesor de la SRE
El enorme tráfico ilegal de armas y el poco control que existe sobre este mercado representa un ''cáncer'' para América Latina, fenómeno que al conjugarse con la pobreza, la desigualdad y la existencia de estados débiles e incapaces de garantizar la seguridad pública a sus ciudadanos, agravan aún más la situación.
En el contexto de la campaña Armas bajo control, que coordinan la organización Oxfam y Amnistía Internacional para conseguir un tratado sobre comercio de armas que ponga control a las transferencias mundiales, académicos y especialistas señalaron que el comercio de armamento está fuera de toda regulación.
La violencia armada no se limita a las guerras, sino se está generalizando en las calles y en los hogares de miles de familias. Actualmente, más de la mitad de las armas convencionales está en manos de civiles. Por ejemplo, a pesar de que América Latina tiene reconocido solamente un conflicto armado -Haití-, es la región donde muere un mayor número de personas a causa de armas de fuego.
La falta de control hace que las armas viajen con demasiada facilidad y lleguen a manos de grupos y personas que las utilizan para violar los derechos humanos o el derecho internacional humanitario. Además, cuando no existe un control estricto abusan del armamento tanto los ejércitos, durante un conflicto armado, como los cuerpos de seguridad que ejercen la fuerza indebidamente, las empresas de seguridad privadas y las bandas de criminales, señala la iniciativa, que recaba firmas de ciudadanos y organizaciones que piden a los gobiernos dicho acuerdo.
Intereses económicos
Jorge Chabat, del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), señaló que pese a lo profundamente negativo que resulten las muertes provocadas por estas armas, en realidad estamos ante un mercado donde existen enormes intereses económicos, principalmente de las naciones productoras de armamento, a las que no les interesa tanto este control y donde también existe una permanente demanda de estos arsenales.
Desgraciadamente, dijo Chabat, en América Latina hay un mercado negro de estas armas provocado por sociedades desarticuladas por la pobreza, la desigualdad social, la falta de oportunidades para los jóvenes, y donde además hay estados débiles con elevados niveles de impunidad. Es decir, no sólo se debe combatir este tráfico, sino también atender el contexto social en que se da esta proliferación.
Por su parte, Roberto Dondich Glowinski, asesor de la Subsecretaría de Asuntos Multilaterales de la cancillería, se refirió al tráfico de armas como un ''cáncer'' que existe en toda la región latinoamericana, pues regularmente prolonga e intensifica los conflictos.
En el caso de México, el funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores dijo que la gran mayoría de las armas que existen ilícitamente en nuestro país en algún momento fueron compradas de manera legal en Estados Unidos. Por ejemplo, en los estados fronterizos de esa nación no hay ningún control, y en Texas se puede adquirir un rifle AK-47 sin ninguna restricción. ''Ahí hay un enorme problema con los países productores de armas''.