Usted está aquí: miércoles 4 de julio de 2007 Política Grave, llegar al 2009 con autoridades electorales cuestionadas, afirma Beltrones

A un año de los comicios presidenciales aún persiste la división y el encono, señala

Grave, llegar al 2009 con autoridades electorales cuestionadas, afirma Beltrones

FABIOLA MARTINEZ, ANDRES T. MORALES

Boca del Río, Ver., 3 de julio. Con el propósito principal de transformar a los organismos electorales, como única vía de recuperar la credibilidad y reducir la desigualdad entre los contendientes, los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión iniciarán -en la segunda quincena de este mes- la negociación de la reforma en esta materia.

El presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, pidió a los asistentes al foro Democracia y Sistema Electoral reconocer que a un año de la elección federal del año pasado, persiste aún la división y el encono entre los mexicanos.

"Es la hora de las decisiones. La reforma electoral tiene que aprobarse en el corto plazo porque sería sumamente grave llegar a los próximos comicios intermedios (en 2009) con autoridades de credibilidad mermada y regulaciones que no garantizan equidad y economía en la competencia política", advirtió el legislador priísta en su calidad de presidente de la Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos del Congreso.

Al concluir la etapa de consulta pública hacia la reforma del Estado (en la cual la comisión encargada recibió 708 ponencias de cinco grandes temas), en el más reciente foro, realizado aquí, destacaron múltiples coincidencias entre el PRI y el PRD para la creación de un nuevo instituto electoral, instancias distintas de fiscalización y un registro nacional ciudadano, en sustitución del Registro Federal de Electores, que estaría a cargo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.

La ley establece que la pretendida reforma debe ser aprobada como plazo máximo en julio del próximo año, esto es, tres meses antes del arranque del proceso electoral (en octubre) hacia los comicios intermedios de 2009 y la presidencial de 2012.

Con sus respectivos matices -y algunas resistencias del PAN-, existe consenso en la reducción de prerrogativas a partidos políticos y acortar -hasta en 50 por ciento- el tiempo de campaña; regular las precampañas, impedir el financiamiento privado, así como atajar la propaganda de los tres niveles de gobierno, y el uso "clientelar" de los programas sociales en la etapa de proselitismo.

Además, PRI y PRD proponen clarificar las causas de nulidad de una elección y dar autonomía a la actual Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales.

Beltrones pidió también reconocer "que la popularidad alcanzada en la gestión gubernamental para muchos todavía no resuelve el déficit de legitimidad de origen y que prevalece la duda de muchos ciudadanos ante los procesos e instituciones de la democracia respresentativa".

La presidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, se sumó a la propuesta del PRD para transformar al IFE hacia un "instituto nacional electoral" y la actualización del padrón electoral, porque "estimamos que contiene una disfunción de cuando menos 20 por ciento, afirmó.

Por el Frente Amplio Progresista (FAP), integrado por PRD, PT y Convergencia, la diputada federal Mónica Fernández detalló las "fallas e insuficiencias" del sistema electoral mexicano que quedaron demostradas en el "despojo del triunfo legítimo del candidato de la izquierda mexicana y el secuestro de la voluntad popular por parte de los poderes fácticos".

La propuesta del FAP (cuyos partidos han entregado al Congreso 105 propuestas de reformas electorales) tiene como finalidad una nueva normatividad que privilegie la austeridad y la equidad.

El PAN, a través del diputado Adrián Fernández, dijo que la reforma del Estado "no es ocasión para reavivar conflictos. Si bien la elección de hace un año -dijo-, resultó no sólo altamente competitiva y cerrada, sino además controvertida, es fundamental avanzar en la defensa de la autonomía de los organismos electorales, "tan sujetos a presiones y señalamientos inmerecidos".

En su turno, el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, siempre acompañado por decenas de simpatizantes ataviados con playeras rojas, se lanzó contra el IFE y comparó a sus "vocales ejecutivos" con manipuladores "terribles" de los programas sociales.

"La selección del vocal ejecutivo del IFE en los estados se está acercando a los vicios de los delegados federales, con militancia partidista exacerbada, que excluyen al ciudadano que no vota por su partido y aplican recursos federales con criterio de rentabilidad electoral y no de combate a la pobreza", aseguró Herrera.

En tanto, los ex consejeros electorales Jaime Cárdenas y Jacqueline Peschard coincidieron -al igual que el PRI- en que una reforma "creíble" pasa por el relevo escalonado de consejeros y magistrados, así como cambios sustantivos al instituto, tribunal y fiscalía electorales, además de poner fin al financiamiento privado y la propaganda gubernamental.

 
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