Isocronías
Dizque
la vocacion de poeta es vocación de dispersión de la voz en pro del origen de la voz.
La vocacion de poeta es vocación de dispersión de la voz en busca de la resonancia que le dio o da o donará origen.
La poesia es el halo que deja la desaparición del lenguaje.
La poesia es la aparición del lenguaje antes de ser lenguaje, o por lo menos antes de ser el lenguaje del uso –todavía, o entonces, es lenguaje que habla.
El poema es el habla del lenguaje, del lenguaje sin yo, del lenguaje que siendo yo me rebasa, alecciona.
Todo poema es reposo o aceleración del lenguaje, oposición al mismo, movimiento que contradiciéndolo lo vuelve en sí.
No la permanencia, sino la fugacidad asumida, nos hace hablar poesía.
El poeta no sabe sino que en las palabras le va la vida.
Es imposible no sentir que las palabras del poema entienden a quien no las entiende.
El sentido del poema es un sentido trascendido, por eso nunca se acaba de entender.
Intentaba pensar la poesía, y la poesía callaba. Intentó escucharla y la poesía habló.
No lo que digo, lo que me dice.
El que bien canta a la par que sabe aprende.
El excedente de sentido que produce el cantar y queda de éste nos da un sentido que parece hacernos perder el sentido, pero que más sentido tiene que lo que entendemos como sentido.
En cantando, no se entiende nada, se sabe todo.
El que canta sabe que el tiempo pasa y qué él se muere y que es bueno morir para que pase lo que tiene que pasar.
Al trabajar la forma voy encontrando que me guían mensajes emitidos por la propia forma.
Vinimos a trabajar para que el tiempo, que en otro tiempo era música, en efecto sea música.
La respuesta esta en el aire del corazón que ama lo que hace.
¿De casualidad has oído pasar un avión mientras en tu mano llevas un tamborín? Se siente aquí lo que pasa allá.
Poema es un retazo de lenguaje que es todo el lenguaje.
La poesia es trascender el entendimiento. No “ya entiendo”, sino “aunque no lo supiera”.