Rescatan a las primeras víctimas; la unidad llevaba por lo menos 60 pasajeros
Descartan que haya sobrevivientes del autobús sepultado en Puebla
Pobladores ya habían advertido a las autoridades estatales del peligro de deslaves en la zona
La mayoría eran campesinos que iban a Tehuacán a cobrar subsidios del Procampo, y maestros
Ampliar la imagen Vista aérea de la carretera Tlacotepec de Porfirio Díaz-Tehuacán, en la Sierra Negra de Puebla, donde un alud sepultó un autobús que transportaba por lo menos 60 personas Foto: Reuters / Gobierno del estado de Puebla
Ampliar la imagen Un soldado observa uno de los ataúdes enviados por una empresa funeraria al lugar donde un autobús fue sepultado por un alud la mañana del miércoles en la Sierra Negra de Puebla Foto: José Castañares
Ampliar la imagen Familiares y conocidos de las víctimas permanecen atentos a las labores de rescate, aunque con pocas esperanzas Foto: Ap
San Miguel Eloxochitlán, Pue., 4 de julio. Un autobús en el que viajaban al menos 60 personas quedó sepultado por el deslave de un cerro cerca del kilómetro 8 de la carretera interestatal Tlacotepec de Porfirio Díaz-Tehuacán. Al cierre de esta edición, los cuerpos de rescate, encabezados por el Ejército Mexicano, que aplicó el Plan DN-III-E, habían iniciado los trabajos de rescate, ''sin que se confirme aún el número de atrapados o sobrevivientes'', informó el gobierno del estado.
Ignacio Salvador Hernández, dueño del autobús número económico 24 de la línea Sierra Negra, dijo que perdió contacto con el chofer a las 6:30 de la mañana, una hora después de que la unidad salió de Tlacotepec.
Mario Méndez Reyes, jefe de la jurisdicción sanitaria número 10, con sede en Tehuacán, calculó que en el autobús viajaban al menos 60 personas, principalmente campesinos que iban a cobrar sus subsidios del Procampo, y maestros. Añadió que no hay posibilidades de que alguien sobreviviera al alud, pues quienes no murieron aplastados por las rocas y arena seguramente perecieron por asfixia.
Aproximadamente a las diez de la noche se informó que fueron rescatados los cadáveres de Javier de la Rosa Rosa y Eloisa de Jesús González, de 25 y 27 años de edad, respectivamente, originarios de Cauxuxpa y Cualajapan, comunidades del municipio de Exochitlán.
A las cinco de la tarde las autoridades habían hecho contacto con 17 parientes y conocidos de posibles víctimas, quienes habrían abordado el camión y cuyo paradero se desconocía.
El gobernador Mario Marín Torres arribó al sitio del percance a las 14 horas, aproximadamente, acompañado de los secretarios estatales de Comunicaciones y Transportes, Rómulo Arredondo Gutiérrez, y de Salud, Roberto Morales Flores, y dio instrucciones para que se trasladara maquinaria especial que se encontraba en la Sierra Norte, adonde había sido enviada en prevención de derrumbes ante la proximidad de la temporada de lluvias.
Donato Trujillo Martínez, consejero de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, agregó que en la unidad viajaba una familia de siete integrantes y que podría haber al menos cinco niños entre las víctimas. Denunció que hace más de un año advirtieron al mandatario estatal que había riesgo de desgajamientos y hace unos días el subsecretario del Transporte, Arturo Barbosa Prieto, hizo un recorrido por la vía y constató el peligro.
El consejero manifestó que aprovechó la presencia del gobernador para reclamarle la falta de atención a sus advertencias y le exigió que tomara precauciones para que un hecho así no se repitiera, a lo que el mandatario le respondió: ''¡Dime cómo!''
Germán García Pajares, director operativo del Sistema Estatal de Protección Civil, dijo que unos 500 rescatistas trabajan para ubicar el autobús y sacar los cadáveres, pero las labores avanzan con lentitud, pues sólo había dos retroexcavadoras y palas de mano para retirar toneladas piedras y tierra.
Por la noche llegó más maquinaria y palas mecánicas. Personal de la Comisión Federal de Electricidad instaló alumbrado de emergencia a fin de que las tareas de rescate no se detuvieran.
Las rocas y la tierra ocupan una superficie de aproximadamente 300 metros cuadrados y alcanzan una altura de no menos de 50 metros.
Desde la carretera que va de Tehuacán hacia la Sierra Negra se aprecian los estragos causados a los cerros por la construcción de caminos, la deforestación y el cambio del uso del suelo, de forestal a agrícola. Varios tramos de la vía interestatal están invadidos por piedras y tierra.
Algunos lugareños indicaron que el autobús viajaba con sobrecupo, toda vez que tiene capacidad para 44 personas, pero los vecinos señalan que muchos iban de pie. Entre los pasajeros había maestros y alumnos, algunos del Colegio de Bachilleres de San Miguel Eloxochitlán, además de campesinos. La mayoría de los maestros iban a una clausura de fin de cursos; los labriegos a San Sebastián Zinacatepec a cobrar sus cheques del Procampo y algunos más a hacer sus compras en la plaza de Ajalpan.
Empiezan a llegar ataúdes
La zona del derrumbe fue acordonada por soldados. Los eventuales deudos llegaron poco a poco. Las autoridades instalaron una tienda para ellos a no más de 250 metros de donde ocurrió la tragedia. La gente rezaba en espera de un milagro.
Al mediodía, el Club Rotario de Tehuacán abrió un centro de acopio para que la población aporte despensas, medicamentos, mertiolate, gasas y alcohol.
La funeraria Machorro Jardín de Tehuacán mandó tres vehículos cargados con ataúdes y su personal se puso a las órdenes del dueño del autobús, ''para lo que se ofrezca'', inclusive para realizar los trámites mortuorios.
Mientras, el presidente Felipe Calderón ordenó a las secretarías de Defensa y de Gobernación disponer de recursos humanos y materiales para el rescate de los 60 pasajeros.
En un comunicado, la Presidencia de la República informó que Calderón Hinojosa se mantendrá en contacto con el personal desplegado en la zona para conocer el estado de los afectados por este accidente.
(Con información de Claudia Herrera)