El mexicano corneado, fuera de peligro; "el toro me escogió", afirma
Cuatro heridos en el penúltimo día de encierros de los Sanfermines
Ejemplares de la ganadería Antonio Bañuelos hicieron el recorrido hasta la plaza taurina
Pamplona, 13 de julio. El séptimo y penúltimo encierro de las fiestas de San Fermín, con toros de la ganadería Antonio Bañuelos, fue rápido y muy emocionante. Varios de ellos cayeron a lo largo del recorrido, pero se levantaron para continuar hacia la plaza taurina, sin ocasionar peligro, lo que hizo que ningún mozo resultara corneado. Cuatro corredores sufrieron lesiones, aunque ninguno de gravedad, pese a lo cual un británico, de 26 años, debio ser hospitalizado con traumatismo craneoencefálico.
Los astados de Bañuelos, criados en Hontomín (Burgos) y conocidos como "los toros del frío", tardaron dos minutos y 42 segundos en completar el recorrido.
El encierro comenzó puntual, a las ocho de la mañana. Los toros salieron de los corrales atrás de los cabestros que dirigieron la carrera. Así enfilaron la Cuesta de Santo Domingo, donde no embistieron a los mozos ni se separaron del grupo. La manada se extendió a lo largo de la calle y entró en el tramo del Ayuntamiento. En Mercaderes, dos toros cayeron y al levantarse continuaron el recorrido sin detenerse ni hacer caso a los corredores. Fue en la Curva de Estafeta donde llegaron divididos, aunque ningún animal cayó, como suele ser habitual.
En la calle Estafeta se observaron carreras llamativas de los mozos. Ahí, tres animales enfilaron la calle, en un primer grupo con varios cabestros; un toro en solitario corrió por detrás y cerraron la manada dos que habían caído en Mercaderes.
Una vez en la Plaza de Toros, los astados, con la ayuda de los dobladores, entraron en los corrales.
Por otra parte, el mexicano Rafael Estrada Avila, quien sufrió ayer dos heridas graves en la tradicional fiesta taurina y ya se encuentra fuera de peligro, consideró que las cornadas recibidas fueron resultado de la mala suerte: "El toro me escogió a mí", declaró hoy a la prensa local.
Estrada Avila, originario de San Luis Potosí, de 23 años, fue uno de los 13 corredores heridos por el toro Universal, junto con otros cuatro extranjeros.
"Yo iba corriendo y me hice a un lado para que pasara uno de los animales, pero enseguida venía otro. Cuando lo vi me traté de refugiar en una puerta, con otra persona. Eramos dos, pero el toro me escogió a mí", dijo.
El mexicano, quien participaba por primera vez en los Sanfermines, se recupera en el Hospital de Navarra de sendas cornadas recibidas en el abdomen y en un muslo. "Tengo varios amigos en Pamplona, pero yo corrí solo. Fui el único que se animó y así me fue", declaró desde su habitación.
Según Estrada, el comportamiento de la manada de la ganadería de Marqués Domecq, a la que pertenecía el toro, no fue normal. Efectivamente: Universal se rezagó durante el trayecto y embistió a decenas de corredores, protagonizando la carrera más larga (de seis minutos) y dramática de la temporada.
"Lo primero que hice fue agarrar al toro de los cuernos, porque si no me defendía iba a ser peor", dijo el potosino Estrada Avila.
(Con información de fiestasdesanfermin.com)