Prevén diputados más muertes de migrantes en 2007
Este 2007 podría significar un "año negro" para los migrantes mexicanos, pues si el ritmo de muertes en la frontera norte continúa con la actual tendencia, se podrían superar 550 a finales de diciembre, señaló la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados.
El secretario de ese órgano legislativo, José Edmundo Ramírez Martínez, del Partido Revolucionario Institucional, informó que durante los primeros seis meses de 2007 han fallecido 275 connacionales en su intento por llegar a Estados Unidos, lo cual rebasa la tendencia anual que existía desde la década de 1990.
"2007 será el año negro de los migrantes, pues es inminente que se supere la cifra registrada en 2006 de 550 connacionales muertos en su intento por cruzar la frontera", aseguró el legislador.
Ramírez Martínez refirió que cifras actuales indican que 550 mil mexicanos abandonan el territorio nacional en busca de mejores oportunidades en el exterior, sobre todo en Estados Unidos. El integrante de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios en San Lázaro destacó que, aunque los datos oficiales de la Secretaría de Relaciones Exteriores señalan que 422 mexicanos murieron el año pasado, cifras reportadas por las organizaciones no gubernamentales dieron la cifra de 550 decesos.
El de los polleros, "negocio muy atractivo y difícil de atacar"
Denunció que los migrantes representan un buen negocio para los llamados polleros o traficantes de personas, ya que en la frontera norte se manejan cerca de 3 mil millones de dólares anualmente por concepto de tráfico de personas, "lo que representa un negocio muy atractivo y difícil de atacar".
El legislador criticó las acciones que el gobierno estadunidense desarrolla para contrarrestar el flujo migratorio hacia su territorio; sin embargo, fustigó aún más la actitud "sumisa" del gobierno mexicano al no hacer reclamos "enérgicos" al respecto.
Explicó que el Proyecto 28, a cargo de servicio de aduanas y protección fronteriza de Estados Unidos, pretende detectar a migrantes indocumentados mediante sistemas de alta tecnología, lo que, en luar dereducir el ingreso y flujo migratorio a ese país, "traerá como resultado que los migrantes se vayan a regiones más inhóspitas", con lo que aumentarían los riesgos.
Si bien estas prácticas de la administración estadunidense son reprochables, el legislador consideró aún "más humillante" que las autoridades mexicanas, en particular la cancillería, "hagan oídos sordos y vista ciega ante un problema tan fuerte para la comunidad migrante".
Por ello exhortó al gobierno mexicano a enviar una misiva de extrañamiento al gobierno del presidente George W. Bush, en la que exponga las acciones que se efectúan en la línea fronteriza entre ambas naciones, pues "con buenas intenciones y actitudes sumisas no se resuelve nada, y las muertes y violaciones a los derechos humanos de los connacionales se incrementan".