El pasado de la derecha y sus ataques
La derecha, en este caso por conducto de la Secretaría de Educación, dijo que había que romper con el pasado. ¿Con qué pasado quieren romper, en los hechos?
Por lo pronto, han anunciado que van a retirar de la circulación los billetes de 20 pesos, que tienen la imagen de Benito Juárez y del águila republicana que él y sus partidarios usaron como símbolo nacional. En su lugar quieren poner un libro abierto. ¿Es acaso ese el primer intento de borrar la imagen juarista?
No. El 17 de enero de 2006 se publicó en el Diario Oficial una modificación a la Ley Federal del Trabajo, con cambios en los días festivos o, como se les ha llamado, de descanso obligatorio. Hay tres fechas que dejan de serlo, para dar lugar a un día lunes cercano a la misma. Se convierten fechas conmemorativas importantes en "puentes". Uno de esos días es, precisamente, el 21 de marzo, aniversario del nacimiento de Benito Juárez. Había que irlo sacando de la historia, paso a paso.
Otro de los días que por decreto dejan de ser conmemorativos es el 5 de febrero. Es el aniversario de la Constitución vigente, contra la que se lanza un sector de la jerarquía católica, reclamando que sea cambiada para dar lugar, entre otras cosas, a la enseñanza religiosa. ¿De qué religión? No lo dicen, pero se infiere que de la suya. ¿Y se va a ignorar a quienes profesan otras religiones, que ya a estas alturas no son pocos? Y si se enseña en diferentes escuelas conforme a las diferentes religiones que hay en el país, se aplicaría una segregación religiosa, como la que se dio, pero con carácter racial, en parte de Estados Unidos con el Ku Klux Klan, y en Sudáfrica con el apartheid. En cualquier caso, no tienen ninguna posibilidad real de lograr ese cambio constitucional, que entre otras cosas requeriría de mayoría de dos tercios en cada una de las cámaras legislativas.
El mismo 5 de febrero es también aniversario de la Constitución de 1857, ¡otra vez Juárez! Y la tercera fecha es el 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana. De modo que ese es el "anclaje con el pasado" que la derecha quiere romper. Y el que representan Lázaro Cárdenas y la expropiación petrolera.
La derecha, en cambio, no quiere romper con el otro pasado: la colonia, con su Inquisición, y Maximiliano, cuya residencia oficial, el Castillo de Chapultepec, fue añorado y reivindicado por el anterior presidente panista. No quiere romper con el porfiriato, sino dar posiciones importantes a un descendiente de un porfirista de primer nivel.
La derecha, al mostrarse como lo que es en el fondo, comete un error político. Se aísla más. Es muy poca la gente en México que quiere volver a ese pasado de la reacción. Ya se vio con el fracaso de su campaña contra la despenalización del aborto. Se exhibieron también como herederos de la colonia con sus excomuniones de quienes aprobaron ese cambio legal.
Con esto, también se vuelven a aislar políticamente, como con el mencionado cambio legal. De entre los principales partidos, el PAN se vuelve a quedar cada vez más solo. Eso acelera el desgaste del gobierno federal y de la derecha misma.
Ante esta ofensiva, debemos fortalecer el recuerdo y el ejemplo que representan los héroes nacionales: los de la Independencia, los de la Reforma, los de la Revolución y los de la expropiación petrolera y otras medidas nacionales y en favor de la mayoría de la población.
Esto se da en el mismo ambiente de los reiterados ataques del gobierno y la derecha al Gobierno del Distrito Federal. Ahora, el que encabeza al gobierno federal en medio de impugnaciones, dice que este gobierno no ha invertido en 10 años. Esto no sólo choca con la experiencia de los habitantes de la capital.
La misma derecha atacó al Gobierno del Distrito Federal durante el sexenio anterior, diciendo que invertía demasiado y con ello causaba inestabilidad financiera. El entonces secretario de Finanzas demostró, en una sesión pública ante miembros y representantes del sector financiero, ante medios de difusión generales y especializados en finanzas, del país e internacionales, que la salud financiera del Distrito Federal era de primer nivel, superior que la del gobierno federal, sobre la base de las calificaciones de instituciones especializadas. Entonces, que invertía demasiado; ahora, que no invierte. Quienes no realizan la necesaria inversión productiva, y ahí está la experiencia de poco más de 20 años, son los tecnócratas. Y el PAN los dejó seguir manejando la economía del país.