También exige mayor eficiencia en el gasto gubernamental
Presiona la IP para incrementar los impuestos aplicados al consumo
El sector privado promueve que se aprueben aumentos al impuesto al consumo a cambio de la aplicación de la tasa única a los ingresos totales.
Mediante el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que "para pulir" puntos polémicos de la propuesta de reforma fiscal, sería conveniente poner en marcha "en una primera etapa una verdadera tasa única de impuesto sin más complicaciones que aplicarla a los ingresos totales, eliminado todo tipo de conceptos a deducir y haciendo que el impuesto aplique a una base amplia del ingreso", aunque advirtió que en la segunda etapa de la reforma será necesario "avanzar hacia un esquema impositivo moderno basado en el impuesto al consumo".
Asimismo, exigió mayor eficiencia en el gasto, porque inclusive el dedicado al combate a la pobreza no ha solucionado nada. Y destacó que la reforma fiscal debe buscar la "eficiente división del trabajo", al reducir el costo del cumplimiento fiscal, al tiempo que se eleva la recaudación y se gasta mejor.
En su análisis económico semanal el CEESP señaló que la discusión sobre la reforma fiscal entró en la etapa en la que se deberán pulir los puntos polémicos, por lo que se deberá estudiar la forma de mitigar algunos efectos en ciertos segmentos de contribuyentes, y al mismo tiempo tener presente la incertidumbre que generan los tratos especiales, así como la búsqueda de estrategias para pagar menos o no pagar.
En ese sentido empezó a abrir la puerta para una posible negociación en la aplicación de la contribución empresarial a tasa única (CETU), pero al mismo tiempo empujar el impuesto al consumo, ya que el sector empresarial ha insistido en que se deben gravar alimentos y medicinas con el impuesto al valor agregado y aunque había considerado no incluirlo en la actual iniciativa del Ejecutivo, podría haber cambios.
"Lo más conveniente sería en una primera etapa aplicar una verdadera tasa única de impuesto, sin más complicaciones que aplicar una tasa a los ingresos totales, eliminando todo tipo de conceptos a deducir y haciendo que el impuesto aplique realmente a una base amplia de ingreso, aunque en una segunda etapa hay que avanzar hacia un esquema impositivo moderno, basado en los impuestos al consumo".
Asimismo, el CEESP puntualizó que la fortaleza de un sistema tributario no radica en los ingresos, sino también en la asignación de los recursos y la eficacia del gasto del gobierno, que en caso del federal "sigue siendo severamente cuestionada".
Sostiene que "los mapas de la pobreza en México muestran un aspecto que no admite réplica: las situación de los municipios más pobres no ha cambiado nada aún con gasto social focalizado. No es entonces solamente el deseo de reducir la pobreza y el diseño de unas cuentas acciones, sino que éstas busquen incidir y modificar la situación de pobreza de la población".
Criticó que permanezcan dentro del presupuesto muchos gastos para agrupaciones políticas "que sólo absorben recursos del erario sin representar un beneficio para la población", por lo que urgió que la reforma fiscal incluya estos aspectos.
El CEESP señaló que la meta de una reforma fiscal bien hecha debe tener como principio básico "hacer una eficiente división del trabajo, por un lado al reducir el costo del cumplimiento fiscal, al mismo tiempo que se eleva la recaudación y se gasta mejor."