Ejecutará EU a hombre pese a que testigos se retractaron
Washington, 16 de julio. Abogados, el Consejo de Europa y organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional lanzaron hoy una serie de últimos recursos en una carrera contra reloj para salvar la vida a Troy Davis, un negro condenado por el asesinato de un policía blanco en 1989. Su ejecución está fijada para este martes, a pesar que la mayoría de los testigos de cargo reconoció que mintió, bajo presión de la policía. Los hechos ocurrieron una noche de agosto de 1989, en el estacionamiento de un restaurante de comida rápida en Savannah, Georgia. Un indigente un poco ebrio, amenazado por uno o varios jóvenes, pidió ayuda. Un policía que no estaba de servicio pero trabajaba como agente de seguridad en un estacionamiento vecino intervino. Minutos después se escucharon dos disparos y Mark McPhails, de 27 años, cayó al piso. Algunos testigos abandonaron el lugar antes de la llegada de la policía, y otros aseguraron que estaba muy oscuro para identificar al asesino. Al día siguiente, uno de ellos, Sylvester Coles, se presentó en la comisaría con su abogado para denunciar a Troy Davis, un joven de 20 años quien acababa de postularse como aspirante a marine, y que se presentó cuatro días más tarde reconociendo que estuvo presente la noche del incidente pero negó cualquier implicación en el asesinato. El arma del crimen no fue encontrada, pero con base en nueve testimonios, Davis fue encarcelado, acusado y condenado a muerte en agosto de 1991. En los años siguientes, sin embargo, los testigos comenzaron a cambiar de parecer. Hoy, siete de ellos modificaron su declaración y varios indicaron que mintieron bajo la presión de la policía. El octavo testigo no ha sido encontrado y el noveno, Sylvester Coles, parece especialmente sospechoso. Ningún juez escuchó estos nuevos elementos y este martes se espera la ejecución de Davis.