El cartel está integrado sólo por mujeres y su pelea será transmitida por televisión
Guerrera Torres pide apoyo a la afición en su defensa del cetro mundial supermosca
Corren tiempos históricos para el boxeo femenil en México y la púgil Ana María Torres es una de las encargadas de escribir nuevas páginas.
A ocho años de la primera pelea realizada en el Distrito Federal, la Guerrera de Neza, actual campeona supermosca del orbe por el Consejo Mundial de Boxeo, expondrá por segunda vez su cetro el 3 de agosto en el Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte de Toluca, ante la dominicana Marilyn Cachorrita Hernández.
El combate será “histórico”, por varios motivos: se tratará del primero de rango mundial en la historia del boxeo femenil mexicano; se transmitirá por televisión (canal 7); y, por exigencia suya, el cartel está integrado sólo por mujeres.
“¡Ya falta bien poquito! Pero estoy haciendo una preparación superfuerte porque quiero dar una buena pelea a mi gente, va a ser una pelea histórica y quiero demostrar que el boxeo femenil también tiene calidad”, afirmó Torres con emoción.
“Toda la función va a ser sensacional y pienso que de ahí se nos pueden abrir las puertas para hacer más peleas. Lo que pido es que el público nos apoye porque en el lugar caben 6 mil personas y sueño con que esté lleno para que vean la calidad del boxeo femenil”, agregó.
Buen espectáculo
Su entrenador, el ex púgil Miguel Angel Ratón González, también augura un buen espectáculo porque “Ana es una boxeadora que lo mismo tiene técnica y se faja, cuando está en el ring le pica la cresta y se enciende, empieza a soltar golpes.
“La chava va a salir luego a tratar de abrumarla y Ana tiene que usar la inteligencia como siempre lo ha hecho”, agregó.
Sergio González, otro miembro del gimnasio Díaz Mirón que funciona en el camellón de avenida Eduardo Molina, comentó que Torres está cerrando la etapa de preparación en resistencia: corre, hace movimiento de manoplas y está boxeando entre seis y ocho rounds contra mujeres y también hombres, como Edgar Sosa, actual campeón mundial minimosca.
Cada mañana, a las siete, la Guerrera inicia su rutina: corre nueve kilómetros en La Marquesa, entrena varias horas en el gimnasio, lee libros y periódicos, guisa y se ocupa del quehacer porque también es ama de casa.
“Mi esposo, que es periodista, me pone a leer muchísimo porque dice que si soy buena en el boxeo también tengo que ser buena en otras cosas. Y los fines de semana también hago otras como lavar, limpiar y planchar”, comentó Torres, de 27 años de edad y 52 kilos de peso.
Su figura esbelta bien podría ser la de una mujer débil, pero esa posibilidad se esfuma con sólo ver un gancho de zurda que lanza contra la bolsa.
El boxeo mexicano es muy respetado en el mundo entero, comentó recordando sus viajes para pelear en Las Vegas, Corea del Norte y República Dominicana.
Ello le significa “el compromiso de demostrarlo” en cada combate, pero en agosto próximo su desafío es “ganar, defender el campeonato y dar un buen espectáculo de técnica y decisión, ser una guerrera como me nombran”.
Sobre el pago que recibirá, ni ella ni el Ratón conocen la cifra, “pero, los sueldos son muy bajos, la verdad como mujer no se puede vivir del boxeo”.