Enfado y desencuentros
En el marco de la visita que José Luis Rodríguez Zapatero hizo a México, el gobierno español externó a integrantes del Frente Amplio Progresista (FAP) su "enojo" por las protestas que integrantes de Resistencia Civil Pacífica realizaron en contra del jefe de Gobierno por felicitar a Felipe Calderón por su triunfo como Presidente de México, antes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) lo declarara ganador de los comicios del pasado 2 de julio.
Así lo confirmó Manuel Camacho Solís en entrevista: "No fue sólo en la reunión -que algunos representantes de la izquierda mexicana sostuvieron por unos minutos con el presidente español en el Colegio de San Ildefonso el martes pasado-. Fue tema de conversación y diálogo durante los últimos días" con representantes de la embajada española.
"Estaban muy enojados con esas declaraciones -las vertidas por Gustavo Iruegas, secretario de relaciones internacionales del 'gobierno legítimo' de México, quien declaró que Rodríguez Zapatero no era bienvenido en territorio mexicano-- y les explicamos que habían ocurrido en México cosas muy graves durante la elección presidencial. Nosotros consideramos que el gobierno español debe tener una propia decisión internacional y resaltamos que hasta el gobierno de Estados Unidos se cuidó de felicitar a Calderón hasta en tanto el tribunal electoral no lo declarara Presidente de México.
"Insistimos que son cosas del año pasado, que explica la necesidad de mucha gente de movilizarse en las calles. Desde mi punto de vista está muy bien que haya posibilidad de que la gente proteste y los partidos políticos no tomen la decisión del resto del mundo."
-¿Qué les dijo Rodríguez Zapatero?
-Ya le bajó. Ellos entienden que la situación es muy complicada. Tenemos un punto de vista distinto sobre lo que pasó el año pasado y debemos aprender a vivir en la pluralidad.
-¿No choca su postura con la asumida por Gustavo Iruegas?
-No. Tenemos que entender que hay posiciones que tienen que hacerse compatibles en un movimiento. Por una parte, la inconformidad de la calle y la libertad de expresión, y la necesidad de los partidos políticos de tener despejadas sus relaciones internacionales, especialmente con partidos políticos. Lo otro sería pretender romper con todos los partidos democráticos en el mundo. No hay dos posiciones, hay dos instancias sosteniendo puntos de vista. Respetable lo que se da en la calle y la libertad.
El FAP acordó desde el domingo pasado, reunirse con Rodríguez Zapatero, luego de que el coordinador del frente Jesús Ortega; el diputado de Convergencia Alejandro Chanona, Saúl Escobar, secretario de Asuntos Internacionales del PRD y el propio Camacho se entrevistaron con Trinidad Jiménez, la secretaria española de Estado para Iberoamérica. Así, a la reunión, que duró menos de diez minutos, acudieron Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo, Camacho Solís, Chanona, Jesús Ortega y Alejandro Encinas.
Por otro lado, en conferencia de prensa, Leonel Cota Montaño reiteró que el presidente del gobierno español es un "traidor de la izquierda mexicana".
A título personal, sostuvo, "me parece que es un personaje que le dio los mejores oficios a Calderón, que le levantó la mano sin tener ninguna responsabilidad, lo cual evidencia de cuerpo entero cuál era su posición".
Cuestionó a militantes de la izquierda que acudieron a entrevistarse con el político español, pues "no tenemos ninguna razón para participar en eventos de recepción en su honor". Consideró que la presencia del secretario general del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo en la sesión solemne que le brindó el Senado a Rodríguez Zapatero, fue una decisión personal.