Realizan temporada de la obra de Eric-Emmanuel Schmitt en el teatro Julio Prieto
En escena, el amor “como aguante” para atravesar del sufrimiento a la felicidad
Ampliar la imagen
Los actores Miguel Angel Ferriz y Patricia Reyes Spíndola en una escena de la obra Pequeños crímenes conyugales, con dirección a cargo de Otto Minera. Con este montaje termina el primer ciclo de la propuesta escénica en el teatro Julio Prieto
Foto: Cortesía Proyecto Xola
Como un melodrama de suspenso con tintes de humor negro en torno a los momentos de gozo, fastidio o sufrimiento propios de la relación matrimonial, así podría definirse Pequeños crímenes conyugales, obra del dramaturgo francés Eric-Emmanuel Schmitt.
Con la dirección escénica de Otto Minera y las actuaciones de los reconocidos actores Patricia Reyes Spíndola y Miguel Angel Ferriz, con este montaje concluye el primer ciclo del Proyecto Xola, cuya meta consiste en presentar durante un año cuatro obras de teatro contemporáneas, reconocidas a escala internacional.
Filósofo de profesión y escritor de novelas, Schmitt (Lyon, 1960), ha sido reconocido en los recientes años como uno de los dramaturgos de mayor talento. Entre sus obras llevadas al cine, se encuentra Ibrahim y las flores del Corán.
El autor, en este caso, “usa y revitaliza el melodrama añadiéndole el ingrediente del suspenso y lo policiaco”.
Su texto narra la historia de un matrimonio que ha durado 20 años, que en una noche se dice –de manera “irónica, punzante”– lo que nunca antes se había expresado en ese tiempo.
“mar –reflexiona uno de los personajes– es ese aguante que te permite atravesar todos los estados con la misma intensidad; del sufrir al ser feliz.”
Para Minera, dicha frase condensa lo que sería la esencia de la obra. Y aunque el amor, el sufrimiento, el desamor y el gozo son temas universales, “aquí el dramaturgo, de manera brillante, refleja las vicisitudes de una pareja moderna, del cómo y por qué se van sucediendo las cosas, de cómo se pasa del amor a la desesperación, al odio”.
Bravura, audacia y seducción
A diferencia de los ínfimos melodramas telenoveleros, en los que existe un bueno y un malo, continúa Minera, “los precisos y complejos diálogos en la obra de Schmitt permiten reflexionar y, por momentos, ponerse de parte de él; en otros de parte de ella y, en otros más, ambos tienen razón. Es un constante zigzagueo, en el que se ve reflejada la bravura, la audacia y la seducción de ambos batallando por su amor”.
Pequeños crímenes conyugales se estrenó en septiembre de 2003, en París, interpretada por la reconocida actriz Charlotte Rampling y por Bernard Giraudeau, siendo distinguida con el Prix de la Sélyre-Fiction a la mejor obra de ese año.
Escenificada ya en Argentina, actualmente se preparan los montajes en Bélgica, Gran Bretaña y Estados Unidos.
En este melodrama, “pleno de suspenso”, Gilles sufre de amnesia como resultado de un misterioso accidente y ahora vuelve a casa con Lisa, su esposa, quien para él es una extraña, a pesar de los años de matrimonio. Su relación y el accidente se van desentrañando conforme transcurre la historia. ¿Quién es él? ¿Quién es Lisa? ¿Cómo era su vida de casados?
Al tiempo que se va revelando cómo y por qué ocurrió el accidente, ella aprovecha para intentar “cambiar” a su marido, le hace recordar algo de su pasado y parte de lo que a ella le conviene. El irá recuperando la memoria y externará más de un problema que permanecía oculto.
El espectador, comenta Minera, “es testigo de cómo ambos tienen dos, tres, cuatro cartas para jugar. Descubren y aportan, con lo que van diciéndose, una nueva luz sobre su relación. Es una obra que creemos conmueve y sorprende por los vuelcos que da la trama”.
Pequeños crímenes conyugales se presenta en el teatro Julio Prieto (Xola 809, esquina Nicolás San Juan, colonia del Valle). Funciones: viernes, 20:30 horas; sábados, 18 y 20:30 horas, y domingos, 20:30 horas