Prevén trasnacionales que con ese gravamen no podrán generar empleos
Empresarios calderonistas rechazan el impuesto
El grupo Con México, que agrupa a las principales empresas trasnacionales en el país y que apoyó en 2006 la campaña presidencial de Felipe Calderón, se opuso también ayer a la imposición de la CETU y advirtió que de mantenerse la tasa propuesta de 16 por ciento, no hacer deducibles las inversiones, los salarios, las prestaciones y las aportaciones a la seguridad social, los consorcios no podrán generar más empleos, no aumentarán los sueldos de nivel medio y se incentivará la contratación de servicios independientes ''para sustituir las fuentes de trabajo de base''.
En representación de ese grupo, Jaime Zabludovsky cuestionó el impuesto contra la informalidad, pues aseguró que muchas de las empresas que surten a misceláneas o changarros de todo el país manejan mucho dinero en efectivo.
Además, este jueves, el grupo parlamentario panista se reunió para analizar las demandas presentadas por el sector empresarial, que en general se han expresado en contra del 16 por ciento propuesto para la contribución, y para resolver dudas que los legisladores del partido del gobierno han recibido en sus estados.
El coordinador de la bancada blanquiazul en San Lázaro, Héctor Larios, reconoció que ante el cúmulo de críticas podría modificarse la tasa de 16 por ciento, y afirmó que en su experiencia de diez años como legislador, ninguna iniciativa presidencial se ha aprobado en los términos que se recibió en el Congreso de la Unión.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Hacienda, Jorge Estefan Chidiac, afirmó que si bien en algunos puntos el sector privado tiene razón, ''en otros está exagerando''.
Consideró además que ''tienden a magnificar siempre las consecuencias'' de cualquier nuevo impuesto, ya que deben defender los intereses de su sector.
Las declaraciones del priísta se dieron en el marco de la reunión que la Comisión de Hacienda sostuvo con empresarios, cooperativistas, representantes de cajas de ahorro, de sindicatos afiliados al Congreso del Trabajo y de comerciantes en pequeño.
En ese contexto, Jaime Zabludovsky consideró que la tasa de 16 por ciento ''es relativamente elevada'', pero no propuso un porcentaje específico, sino que éste se determine a partir de las variables obtenidas por las deducciones y los créditos al empleo; además, expresó la preocupación de las trasnacionales por el hecho de que la iniciativa de ley para la contribución empresarial sólo considere aplicables las deducciones a la inversión a partir del primero de enero de 2008.
Asimismo, expresó su rechazo a la propuesta de establecer impuestos especiales en los estados, pues consideró que ello generará contrabando, alteración y falsificación de productos, aumento en el precio al consumidor y no garantiza un aumento real en los ingresos fiscales. Cuestionó inclusive que el paquete fiscal de Calderón no vaya acompañado por un mecanismo de transparencia y control en el manejo del presupuesto. ''De poco servirá tener más recursos fiscales si no nos aseguramos que serán utilizados con pulcritud'', afirmó.
Por su parte, al leer un documento en nombre de las confederaciones Revolucionaria de Obreros y Campesinos, Regional Obrera Mexicana, Obrera Revolucionaria y del sindicato minero, el secretario del Interior cromista, Rodolfo González Guzmán, pidió que en el paquete enviado al Congreso no se considere obligación del Servicio de Administración Tributaria incrementar su eficiencia recaudatoria, y evaluó que la contribución empresarial complicará el cálculo y acreditación de los impuestos, además de que no puede considerarse viable que este gravamen sustituya al impuesto sobre la renta que pagan las empresas, porque se renunciaría al carácter progresivo del sistema recaudatorio y sólo abonaría a la desigualdad. También advirtió sobre el riesgo de que se graven las prestaciones sociales, lo que en la práctica representaría una disminución al salario.
Durante la reunión también participaron representantes de sociedades cooperativas de ahorro y préstamo, que rechazaron el impuesto contra la informalidad y la CETU, pues explicaron que el fin de estos organismos no es manejar recursos con fines de lucro.
José Luis Sánchez Campos, enlace entre la Cooperativa Pascual y la Cámara de Diputados, planteó que al no ser deducible la reinversión de las utilidades, las cooperativas no podrán generar más fuentes de empleo, y planteó que, si se aplica la contribución empresarial, en todo caso ésta se difiera y se pague al momento de entregar los rendimientos a los socios.
Finalmente, el representante de la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño, José Caudillo Herrera, provocó la hilaridad de los presentes cuando recomendó reducir a 300 el número de diputados, y a 64 el de senadores, recortar las prerrogativas a los partidos políticos, gravar a los sindicatos y dictaminar sus estados financieros, y expuso: ''O coopelamos todos o cuello''. En este momento cualquier peso que se ahorre es bueno para la nación, concluyó.