El militar encabezó en 1998 la matanza de indígenas en El Charco, Guerrero
Atribuye el EPR al general Oropeza Garnica la tortura de sus compañeros
El Ejército Popular Revolucionario (EPR) denunció que sus dos compañeros desaparecidos el pasado 25 de mayo en Oaxaca han sido sometidos a tortura por el general Juan Alfredo Oropeza Garnica, experto en lucha contrainsurgente y titular de la Región Militar de Ixcotel, Oaxaca.
En un nuevo comunicado fechado ayer, la organización insurgente expone que el general, ex aspirante a la titularidad de la Secretaría de la Defensa Nacional, es quien capturó y mantiene detenidos a Raymundo Rivera Bravo o Gabriel Alberto Cruz Sánchez y a Edmundo Reyes Amaya: "Estamos enterados que la tortura a la que han sido sometidos directamente por el general Oropeza Garnica, desde el punto de vista físico, les ha dejado secuelas, y a pesar de eso los verdugos continúan con la tortura sicológica", señala el boletín.
El EPR asegura que las dos personas presuntamente desaparecidas "hacían un trabajo de orientación escrita en cuanto al movimiento de Oaxaca de una manera eminentemente política, sin utilizar ningún arma ni tener una actitud ofensiva, sino sencillamente defensiva, empezando porque todas las fuerzas políticas intentaran tener un mismo criterio y una misma actitud para disipar pequeñas contradicciones.
"Eso no es ningún delito -continúa el texto-, es un acto de conciencia y jamás se podrá detener el pensamiento libertario, ni con la muerte ni con el presidio. Se vieron forzados a asistir por una irresponsabilidad de quien era responsable del estado de Oaxaca y que desde el principio intentó sabotear la exigencia de libertad de estos compañeros, sin que los compañeros de la ciudad tuvieran una explicación lógica de tal proceder, negándoles la verdad de los hechos."
El general Oropeza se graduó en 1971 en el curso de operaciones contrainsurgentes de la Escuela de las Américas, cuando la sede aún estaba en Panamá, en la base del Comando Sur del ejército de Estados Unidos. Fue el encargado de combatir al EPR entre 1997 y 1999, al ser comandante de la 27 Zona Militar de Acapulco, Guerrero.
En ese periodo, el 7 de junio de 1998 Oropeza comandó a un grupo de militares que rodearon la primaria Catarino Maldonado, en la comunidad El Charco, del municipio de Ayutla de los Libres, Guerrero, en la que se encontraban dormidos varios indígenas, que participaban en una asamblea. Según versiones de los sobrevivientes de aquellos hechos, el Ejército rodeó el lugar e irrumpió, disparando y lanzando dos granadas de fragmentación, lo que provoco 11 muertos y cinco heridos que quedaron detenidos, junto con otras 22 personas, quienes fueron trasladadas (contrariamente a lo que establece el derecho) a las instalaciones de la novena Región Militar, en Cumbres de Llano Largo, lugar donde fueron retenidas y sometidas a tortura por dos días, según reportó en su momento la Liga Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos .
En su comunicado, el EPR solicita a las personas con "rasgos humanitarios" ser sensibles ante la injusticia y que se pronuncien por la presentación con vida de sus dos compañeros. La agrupación insurgente advirtió que pese a que las autoridades se empeñen en desaparecer a sus militantes, su lucha continuará: "Aquí no se trata de descabezar nada ni meter a la cárcel o asesinar a líderes, porque ya hay muchos y tenemos asegurada la continuidad de la revolución, no importa cuántos caigamos".
El EPR señala que desde finales de junio anticipó que se preparaba "una nueva escalada represiva" en Oaxaca. Agregó que el dinero encontrado en una propiedad del empresario Zhenli Ye Gon lo "tenía acumulado el PAN para pagar comandos lumpenproletarios y mercenarios" que desestabilizaran al país en caso de que el albiazul no llegase a la Presidencia.
En el documento, insiste en adjudicarse las explosiones en ductos de Pemex: "No se puede dudar ni por un instante de que fuimos nosotros quienes llevamos a cabo las acciones de hostigamiento en Guanajuato y Querétaro; lo saben nuestros compañeros, lo sabe el pueblo y lo quiere desconocer la oligarquía, pero fuimos nosotros".