Fiscalía federal de Brasil exige cerrar el aeropuerto de Congonhas
El avión de TAM tenía desactivado un dispositivo de frenado, reconoce la empresa
Según el fabricante, la nave podía volar 10 días en esas condiciones
Presentan imágenes del aterrizaje que muestran que el Airbus A320 tomó pista con exceso de velocidad
Sao Paulo, 19 de julio. El Airbus A320 de la aerolínea brasileña TAM que explotó el martes tras despistarse en Sao Paulo tenía desactivado un dispositivo del sistema de frenado, admitió la empresa, mientras seguía el retiro de cadáveres del edificio donde la nave se incrustó.
La aerolínea indicó que el reversor derecho del aparato había sido anulado tras habérsele detectado una anomalía, pero indicó que, según el manual del fabricante, la nave podía volar diez días en esas condiciones.
''El procedimiento (de desactivación) no configura cualquier obstáculo al aterrizaje de la aeronave'', dijo TAM en una nota, en referencia a los deflectores de gases de escape utilizados en el proceso de frenado de un avión.
Por otra parte, al persistir la polémica sobre la seguridad del aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo, la fiscalía federal de Brasil pidió su cierre tras el accidente aéreo del martes que costó la vida a por lo menos 200 personas, cuya investigación demorará unos 10 meses y estará abierta a "todas las hipótesis".
El Ministerio Público -que dentro del Poder Judicial cumple un papel de defensor de los derechos de la sociedad frente a los poderes públicos, aunque sin capacidad de sanción-, solicitó a la justicia civil "la interrupción de todos los aterrizajes y despegues en las pistas principal y auxiliar" del aeropuerto.
Reclamó que la terminal aérea "no opere hasta que se confirmen sus condiciones de seguridad y se despejen las dudas provocadas por el accidente", cuando un avión de la compañía local TAM derrapó en la pista y chocó contra una gasolinería y un almacén.
Pero el presidente de Infraero, la empresa que administra los aeropuertos brasileños, José Carlos Pereira, calificó de "fundamentalista" la medida contra el aeropuerto de mayor movimiento de América Latina. Afirmó que esa pista era segura y que garantizaba que nada tuvo que ver con el percance.
Pereira, un militar retirado de la fuerza aérea, dijo entender "perfectamente la postura del Ministerio Público, pero no se puede ser fundamentalista en este momento". Si bien admitió que el aeropuerto de Congonhas está sobrecargado, se preguntó dónde se colocarán de un día para otro a 20 millones de pasajeros.
Por lo pronto, este jueves se difundieron imágenes de la llegada de la nave, un Airbus 320, a Congonhas, en las que se pudo comprobar que mientras el avión anterior recorrió la pista principal en 11 segundos, el de TAM lo hizo en sólo tres segundos. Expertos comentaron que ese dato "no puede ser considerado aisladamente".
Además, este día se reportó que otro avión de TAM, un Fokker 100, tuvo dificultades para aterrizar en el mismo sitio, por lo que hubo de maniobrar una segunda vez para lograr finalmente aterrizar en condiciones normales.
La Federación Internacional de Controladores Aéreos afirmó que la seguridad aérea de Brasil "está comprometida en estos momentos". El gremio, con sede en Canadá, dijo que ya había numerosas señales de alerta y que se ignoraron.
Por lo pronto, los rescatistas recuperaron hasta ahora 188 cuerpos, mientras el presidente Luiz Inacio Lula da Silva sigue bajo presión de todos los sectores de la sociedad para que adopte medidas urgentes; la prensa local barajaba la versión de que el gobernante se apresta a realizar una serie de despidos en toda la cúpula aérea y que este viernes emitirá un mensaje a la nación.
Tras el accidente aéreo se estima que habrá consecuencias múltiples, tanto en el turismo, en los seguros y en el mercado financiero. De hecho, el primer efecto inmediato ha sido el desplome de las acciones de TAM en la Bolsa de Valores de Sao Paulo al caer 9.07 por ciento el miércoles y 6.30 este jueves. Las de la compañía aérea Gol cayeron 2.6 y 4.4 por ciento.