Desconocemos si existió alguna orden: Antonio Barraza
No descartan que el retiro de la presea sea represalia
Halteristas buscarán mejorar sus marcas rumbo a Pekín 2008
Apenas enteradas de que habían sido despojadas de la medalla de bronce de los Juegos Panamericanos, pero convencidas de haberla ganado, llegaron anoche las gimnastas mexicanas en un contingente en el que también arribaron las pesistas Carolina Valencia (oro), Cinthya Domínguez y Damaris Aguirre (plata), ellas sí con las preseas colgadas al cuello.
En medio de un gran enjambre de cámaras y micrófonos, el entrenador Antonio Barraza hizo frente a la situación que vivían las jóvenes Maricela Cantú, Yessenia Estrada, Marlene García, Elsa García, Yeni Ibarra y Maricela Arizmendi. Esta última tomó la delantera en el aeropuerto, de donde fue escoltada hacia la salida a toda prisa por un joven.
Tanto Barraza como la también entrenadora Adriana Porta aseguraron desconocer la falla administrativa por la que la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) ordenó el retiro de la medalla. Rechazaron también acusar a Alejandro Peniche, titular de la Federación Mexicana de Gimnasia (FMG), o a cualquier otra persona como responsable de la pérdida.
“Desconocemos si existió alguna orden, si la medida apunta hacia alguna represalia personal o cualquier otro problema. Queremos pensar todavía que se trata de una falla y que habrá alguna solución”, asentó Barraza, quien solicitó que sobre todo se considere el esfuerzo y el avance que ha logrado la gimnasia artística mexicana.
“Insisto, no sabemos de papeleos, jamás nos hemos encargado de esos trámites. Sólo conocemos de piruetas, de saltos y de alcances en un trabajo cotidiano que realizamos 45 horas a la semana”, anotó el técnico, quien destacó que el retiro de la presea “de ninguna manera va a hacer mella en el equipo. Nos estamos preparando para el Mundial, ha sido un gran año y desde luego que nos sentimos ganadores por lo que las niñas hicieron sobre la duela”.
Las gimnastas, que proseguirán su preparación en Monterrey, donde se ubica su centro de entrenamiento, intentarán, puntualizó el técnico, mantenerse al margen de esta situación.
Las halteristas, por su parte, se mostraron satisfechas por haber subido al podio de Río 2007, aunque las tres coincidieron en que el trabajo fuerte de este año aún les aguarda los siguientes meses, que estarán encaminados a conseguir las plazas olímpicas que las lleven a Pekín 2008.
La diminuta Valencia coincidió con sus compañeras en la necesidad de mejorar las marcas, si es que pretenden mantenerse en los primeros planos mundiales.