Es capaz de detectar más organismos dañinos
Mejora la UNAM evaluación microbiológica para el agua
Ampliar la imagen Científicos del Instituto Nacional de Ecología afirman que existen deficiencias en las regulaciones sobre la calidad del agua. Protesta de colonos de Iztapalapa Foto: Archivo La Jornada
Científicos del Instituto Nacional de Ecología (IE) y de la Facultad de Medicina de la UNAM trabajan en una metodología más rápida y económica para la evaluación microbiológica del agua que se destina para consumo humano, riego y uso recreativo, con la finalidad de subsanar deficiencias de las regulaciones existentes, informó Marisa Mazari, investigadora del IE.
Un ejemplo es la Norma Oficial Mexicana 127 (NOM-127-SSA1-1994) de agua para uso y consumo humano, en la que en lo microbiológico sólo se determinan las bacterias coliformes totales y fecales. En la usada para riego, norma 001 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (NOM-001-ECOL-1996), la evaluación se basa en coliformes fecales y huevos de helmintos. Estas regulaciones se aplican a escala nacional y afectan a la salud de los mexicanos, refirió la especialista.
"No se puede seguir basando la reglamentación como se ha hecho en el mundo desde hace más de 100 años, al considerar sólo a un grupo de bacterias, sin tomar en cuenta a otros microrganismos, como los virus o algún parásito", alertó.
Ana Cecilia Espinosa, estudiante de doctorado en el Instituto Nacional de Ecología, señaló que en el recurso hídrico pueden existir rotavirus, que son el agente causal de diarreas, sobre todo en niños menores de dos años, que puede llevarlos hasta la muerte por deshidratación severa, o bien, el virus causante de hepatitis A.
En diciembre pasado, en el boletín epidemiológico publicado por la Secretaría de Salud, se reportaron alrededor de 4 millones de infecciones gastrointestinales, de las cuales se desconoce la causa. Se piensa "que una proporción importante se debería a los virus", advirtió la especialista.
No obstante, reconoció, detectar este tipo de agentes es complicado, porque son pocas partículas virales en grandes volúmenes del líquido, por lo que es necesario concentrarlos. "Este ha sido el punto álgido para su estudio en sistemas acuáticos en todo el mundo, lo cual, además, eleva los costos".
Mazari aclaró que esta técnica no es sólo más rápida, sino que "abarca un espectro mayor de indicadores. No se pueden identificar todos los microorganismos presentes en el ambiente, pero sí tener una visión más completa de la calidad del agua y de cómo afecta la salud".