Altos mandos de la inteligencia estadunidense señalan que el objetivo es Al Qaeda

Crece en EU la posibilidad de una intervención militar en Pakistán

Se mantendrán las técnicas de interrogatorio a "combatientes enemigos", dice la asesora de Seguridad

Bin Laden y el talibán, reagrupados en la frontera afgano-paquistaní: McConnell

AFP, DPA

Washington, 22 de julio. Los dos más altos funcionarios de la inteligencia estadunidense advirtieron hoy la posibilidad de que Estados Unidos intervenga militarmente en Pakistán, donde según reportes de los servicios de espionaje se encuentran refugiados los líderes de Al Qaeda, Osama Bin Laden y Ayman Zawahiri, así como las células pro-talibán vinculadas a los islamitas que hace dos semanas protagonizaron el enfrentamiento en la Mezquita Roja de Islamabad.

En inusuales entrevistas difundidas este domingo por la televisión estadunidense, el director de Inteligencia Nacional, Michael McConnell, y la asesora de Seguridad de la Casa Blanca, Frances Townsend, se refirieron ampliamente a la guerra emprendida en 2001 por el presidente George W. Bush contra organizaciones catalogadas como "terroristas".

Los dos funcionarios dejaron claro que en acatamiento a la orden ejecutiva publicada el viernes por Bush, que prohíbe el trato cruel a los "combatientes enemigos", los agentes de los servicios de espionaje estadunidenses evitarán los actos de tortura, pero mantendrán la aplicación de técnicas de interrogatorio intensivo a los sospechosos de "terrorismo", dado que han probado su efectividad para obtener información.

En la guerra contra Al Qaeda y el talibán, que ha tenido lugar principalmente en la montañosa frontera de Afganistán y Pakistán, Estados Unidos ha expresado dudas sobre el compromiso del presidente paquistaní, Pervez Musharraf, a quien considera su aliado, pero al mismo tiempo acusa de haber tolerado el resurgimiento del talibán, la organización que detentó el poder en Kabul hasta la invasión estadunidense de noviembre de 2001.

Townsend, entrevistada por las cadenas Fox y CNN, afirmó hoy que Estados Unidos no descarta una incursión militar en el norte de Pakistán para tratar de erradicar a Al Qaeda.

"El presidente ha dejado perfectamente claro que el trabajo número uno es proteger al pueblo estadunidense. No hay herramientas fuera de la mesa. Usaremos todos nuestros instrumentos del poder nacional para ser efectivos", dijo en la entrevista difundida por CNN, al ser consultada sobre si Washington recurriría a acciones militares para desarticular el reducto de la red de Bin Laden y Zawahiri en Pakistán.

Las declaraciones de Townsend se produjeron a menos de una semana de conocerse un informe de inteligencia que concluyó que la red Al Qaeda se reagrupó en la zona tribal que se ubica en la frontera afgano-paquistaní y está decidida a realizar nuevos ataques contra Estados Unidos.

McConnell, que supervisa las labores de 16 agencias de inteligencia de Estados Unidos, declaró a la cadena NBC que Bin Laden está vivo y radica en la región compartida por Afganistán y Pakistán, pero además acusó directamente a Musharraf de haber permitido el reagrupamiento de Al Qaeda y el talibán.

De acuerdo con McConnell, la reorganización de esas organizaciones es resultado de un acuerdo de paz adoptado por Musharraf y los líderes tribales de la región citada.

McConnell ratificó de esa manera una acusación lanzada el sábado por Bush, quien dijo que Musharraf ha permitido la creación de "santuarios" de Al Qaeda en las zonas tribales de Pakistán, que significan "reveses importantes" en la guerra contra el terrorismo.

En su programa radiofónico semanal, Bush dijo que tomaría "medidas para remediar" el fracaso del pacto negociado por Musharraf en septiembre de 2006 con los jefes tribales, puesto que al autorizar el control de la seguridad en la región fronteriza con Afganistán había facilitado la formación de los "santuarios" de Al Qaeda.

No obstante las directas acusaciones, McConnell dijo hoy ante las cámaras de la cadena NBC que "el presidente Musharraf es uno de nuestros aliados más preciados" y que gracias a su apoyo se ha logrado acabar con la mayoría de los líderes de Al Qaeda.

En respuesta a las acusaciones, el ministro del Interior, Aftab Sherpao, dijo que el gobierno de Musharraf tiene información en el sentido de que Bin Laden no se encuentra en Pakistán.

Además de prever una posible intervención militar en Asia Central, los funcionarios de inteligencia explicaron los alcances de la orden ejecutiva de Bush sobre los interrogatorios a "combatientes enemigos", en el marco de su "guerra contra el terror".

Ni McConnell ni Townsend aclararon qué tipo de prácticas conservarán los agentes de inteligencia en sus investigaciones.

McConnell se negó a aclarar si técnicas como el llamado waterboarding estarán permitidas bajo la instrucción de Bush, emitida con el fin de corresponder con dictámenes recientes de la Suprema Corte de Justicia y a normas aprobadas por el Congreso.

El waterboarding consiste en inmovilizar a una persona, cubrirle la cara, generalmente con celofán para dificultar la respiración y tirarle agua en la cara para que tenga la sensación de que se ahoga.

"Estados Unidos no se comprometerá en tortura. Esta orden ejecutiva lo explica en detalle", dijo McConnell.

Sin embargo, McConnell afirmó que la amenaza implícita de torturar a los presuntos involucrados en actos de terrorismo ha facilitado la obtención de datos que han ayudado a salvar vidas en posibles ataques.

"Las técnicas funcionan. No es tortura, pero son efectivas. Es un enfoque sicológico para provocar que alguien sienta incertidumbre".

No es tortura y ayuda a "salvar vidas"

La aplicación de esas técnicas ha ayudado a salvar "incontables vidas" porque en el momento en que los interrogados creen que pueden ser sometidos a tortura, "tienden a hablarnos de forma muy franca".

Los actos de tortura en contra de militantes de Al Qaeda, el talibán y la resistencia iraquí salieron a la luz pública en 2004, cuando la prensa estadunidense divulgó fotografías que habían sido tomadas por soldados asignados a la custodia de prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib, en las inmediaciones de Bagdad.

También las denuncias de prisioneros liberados de la base militar estadunidense de Guantánamo ayudaron a saber sobre los abusos. Las denuncias de la prensa estadunidense y europea sobre las cárceles clandestinas de la Agencia Central de Inteligencia y el traslado secreto de presuntos combatientes islámicos en Europa también contribuyó a exponer los actos de tortura de los estadunidenses.

La orden ejecutiva no especifica qué prácticas o castigos quedan fuera, por lo que grupos de defensa de derechos humanos en Europa y Estados Unidos -incluida Human Rights Watch- señalaron que la orden de Bush del viernes pasado debió aclarar si en lo sucesivo estarán permitidas las "técnicas interrogativas mejoradas".

Según McConnell, cerca de un centenar de sospechosos de terrorismo han sido objeto de los "interrogatorios mejorados", bajo supervisión médica, pero no precisó el lugar donde se realizaron las investigaciones.