Talibanes amplían plazo para ejecutar a 23 sudcoreanos
Kandahar, 22 de julio. Los talibanes que amenazan con matar a 23 sudcoreanos secuestrados extendieron hoy por 24 horas su ultimátum, hasta este lunes, mientras las fuerzas gubernamentales afganas hallaron el cadáver de uno de los rehenes alemanes, cuya muerte fue confirmada por el gobierno de Alemania.
Los talibanes, derrocados al amparo de una ofensiva bélica estadunidense a finales de 2001, exigen la liberación de 23 militantes suyos encarcelados a cambio de soltar a los sudcoreanos y, además, piden a Berlín y Seúl retirar sus tropas del país, integradas por 3 mil y 200 soldados, respectivamente.
Los rebeldes, que dominan amplias zonas del sur del país, dieron como plazo inicial este domingo, pero las intensas negociaciones con los líderes tribales de la región dieron como resultado un aplazamiento, confirmó Yusuf Ahmadi, un portavoz talibán. Una delegación sudcoreana llegó hoy a Afganistán para intentar asegurar la liberación de los 23 sudcoreanos que pertenecen a la Iglesia Saemmul. La mayoría tiene entre 20 y 30 años, el grupo incluye enfermeras y profesores de inglés.
La agencia de noticias Yonhap señaló que ofrecían servicios médicos y educativos gratuitos sin intenciones misioneras.
Además, los talibanes advirtieron que cualquier intento de las fuerzas gubernamentales o aliadas de liberar a los sudcoreanos evangelistas, acabaría con la muerte de los rehenes.
Las fuerzas afganas e internacionales rodearon el distrito de Qarabagh, donde se cree que están retenidos los secuestrados, y "esperan la orden de atacar", aseguró el Ministerio de Defensa afgano.
Corea del Sur señaló además que, pese al secuestro que tuvo lugar el pasado jueves en la provincia de Ghazni, retirará sus tropas según el calendario previsto, a finales de año.
Hallan cadáver de rehén alemán
En tanto, permanecía incierta la suerte de un ingeniero alemán, secuestrado junto con su compatriota cuyo cadáver fue descubierto hoy. Los dos ingenieros y cinco colegas afganos fueron secuestrados el miércoles también en Ghazni, al sur de Kabul.
Los alemanes ya fueron ejecutados, aseguraron el sábado los talibanes.
La policía afgana encontró el cuerpo de uno de los alemanes en la provincia de Wardak, al norte de Ghazni, y de acuerdo con la autopsia, falleció por una herida de bala. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Martin Jager, reconoció que el cadáver tiene impactos de bala.
Anteriormente, las autoridades alemanas señalaron que el hombre pereció por el "estrés y la tensión" y la edición digital del semanario Der Spiegel sostenía que el rehén fallecido, identificado como Ruediger B., era diabético y había muerto debido a que sus secuestradores no le dieron la medicación adecuada.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier señaló que uno de los rehenes alemanes está vivo, al descartar las afirmaciones de los talibanes de que éste había sido ejecutado junto a Ruediger B.
La canciller federal, Angela Merkel, subrayó que Alemania no cederá a las demandas de los talibanes ni su país será chantajeado.