Afirma el ex presidente priísta que su caso es una venganza política de Fox
Por falta de amparo definitivo, LEA permanece en prisión preventiva domiciliaria: defensor
El ex presidente Luis Echeverría Alvarez no podrá abandonar su domicilio particular, ubicado en la ciudad de México, hasta que sea definitivo el amparo que le concedió un tribunal unitario por el cargo de genocidio, pese a que el magistrado federal, Jesús Guadalupe Luna Altamirano, aseguró hace dos semanas, en conferencia de prensa, que su decisión de amparar al inculpado implicaba el levantamiento inmediato de la prisión preventiva domiciliaria.
El penalista Heraclio Bonilla, defensor del ex mandatario priísta, informó a este diario que "aún permanecen afuera de la casa del ex mandatario elementos y dos patrullas de la Agencia Federal de Investigación (AFI), que lo custodian de manera permanente desde julio de 2006 e impiden que salga de su casa".
Agregó que cuando Echeverría fue notificado por un actuario judicial sobre el amparo que lo libra definitivamente del cargo de genocidio, "me dijo que estaba satisfecho con nuestro trabajo, pero que le quedaba claro que su asunto no fue estrictamente judicial, sino una venganza política del ex presidente Vicente Fox".
Según el litigante, el ex mandatario de la República está convencido, a sus 85 años de edad, de que Vicente Fox Quesada dio la orden al ex fiscal especial, Ignacio Carrillo Prieto, de actuar jurídicamente en contra del presunto autor intelectual de la matanza en Tlatelolco del 2 de octubre de 1968.
"Me dijo que la venganza es porque cuando don Luis fue delegado nacional del PRI en Guanajuato, en la década de los 40, la familia de Fox se estaba adueñando de grandes propiedades, mediante abusos; por aquella época sufrieron una afectación agraria; desde entonces la familia Fox se quedó con el resentimiento contra el PRI y la cabeza más visible en esa entidad era mi defendido
"Además, cuando Echeverría era presidente de la República, Vicente Fox fue a pedirle que autorizara un aumento al precio de la Coca-Cola (el guanajuatense trabajaba entonces para esa empresa), pero la respuesta fue un no rotundo", puntualizó Bonilla.
Respecto a la situación jurídica de su defendido, explicó que aunque ya goza de un amparo "liso y llano", que le concedió el magistrado Luna Altamirano contra el auto de forma prisión que enfrenta por su presunta responsabilidad en el delito de genocidio, aún el juicio "está subjudice", lo que significa que puede ser recurrido por la Procuraduría General de la República en un plazo de diez días hábiles.
El Ministerio Público Federal tiene hasta el próximo jueves para interponer un eventual recurso de revisión del amparo que le concedieron a Echeverría.