Se pronuncia el obispo Raúl Vera por la continuidad del Estado laico
Excluyente, el intento de evitar que religiosos expresen opiniones: CEM
Rechaza el prelado la reforma "diezmo"; señala que ésta condicionaría a los ministros
En continuidad con su defensa a las reformas constitucionales de la iniciativa ciudadana que avala la Iglesia católica, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) consideró como discriminatoria e intolerante la postura de "grupos jacobinos" del país, los cuales pretenden que ministros de culto, fuera de su iglesia, "no puedan opinar sobre un tema específico".
Esta actitud "es claramente antidemocrática y excluyente", señaló la representación de la jerarquía de obispos del país, mediante su oficina de comunicación.
Sobre el tema, en conferencia de prensa, el obispo de la diócesis de Coahuila, Raúl Vera, se pronunció por la permanencia del Estado laico en México y que la Iglesia católica "cumpla con su chamba", aunque aclaró que desde hace 15 años, cuando se reformaron las leyes de culto, "nosotros siempre dijimos que está muy recortada, que hay muchas violaciones todavía a los derechos humanos".
Luego de concluir su homilía en la Basílica de Guadalupe, con motivo de la peregrinación anual de la diócesis que encabeza al recinto mariano, Vera López asentó que la educación laica "debe permanecer" y que se trata de una medida legal que los jerarcas de las iglesias del país "no podemos imponer".
"Una educación laica (en el país) no quita la enseñanza de valores. No significa una educación mediocre. Yo creo que no tenemos que llegar a eso, y la iglesia que cumpla con su chamba. Que no le pida al gobierno", expuso.
En cuanto al planteamiento de la llamada reforma "diezmo", que avalan los mitrados del país, el coahuilense consideró que de aplicar, ésta condicionaría el actuar de los representantes de los cultos. "Mejor que sigamos libres. Nos van a estar comprando y condicionando, así como limitan a las comisiones estatales y nacional de derechos humanos".
Reiteró que el riesgo para la Iglesia católica de que se imponga un impuesto para el sostenimiento de los cultos del país, similar a los que operan en naciones europeas, es que llegue un momento en el que los mexicanos se consideren ateos y con ello eviten aportar fondos a las iglesias.
En cuanto al tema de la libertad religiosa, sostuvo que "por derecho canónico y por la unidad de la iglesia nosotros tenemos unos límites, que nos impone el derecho canónico, que es no meternos en política partidista. No podemos nosotros proponernos como candidatos, a no ser que la iglesia, en casos excepcionales, lo permita. Pero, la Santa Sede lo tiene que autorizar".
Por su parte, la CEM señaló que "nadie está pensando que un ministro de culto pueda ejercer un cargo en el Congreso o que se ponga a arengar desde el púlpito a su feligresía induciendo por quién votar.
"Ahí las leyes son claras y el mismo derecho canónico es bien explícito sobre ello, cuando en el número 285 del Capítulo III del Libro II dice: absténgase los clérigos por completo de todo aquello que desdiga de su estado, según las prescripciones del derecho particular (...) Les está prohibido a los clérigos aceptar aquellos cargos públicos, que llevan consigo una participación en el ejercicio de la potestad civil", justifica.
Sin embargo, precisa que "lo que no se tolera (en el país) es que un ministro de culto, fuera de su iglesia, no pueda opinar sobre un tema específico".