ACERO Y ENERGIA
ACERO Y ENERGIA
Energéticos: conciliando crecimiento y conservación
La demanda global de energía sube a ritmo inexorable, estimulada sobre todo por el rápido crecimiento de las principales economías en vías de desarrollo de Asia y Medio Oriente. El alza de los precios de petróleo y gas natural aún no ha impactado de manera significativa la demanda, y el consumo de combustibles fósiles aumenta a pesar de la creciente alarma sobre las consecuencias climáticas de las emisiones de gases de efecto invernadero. La inversión en alternativas como biocombustibles, energía eólica, undimotriz (de olas) y de células de combustible cobra ímpetu, pero en los próximos cinco años sólo tendrán efecto marginal en el balance global de energía. A largo plazo, las preocupaciones ambientales y las restricciones de suministro podrían provocar un reajuste del mercado energético y poner en entredicho el predominio del petróleo, el gas y el carbón.
Dentro del periodo de cinco años que se pronostica -lapso relativamente corto- es poco probable que haya cambios fundamentales en la estructura del mercado de energía. La EIU espera que el consumo de energía total crezca a una tasa anual promedio de 3.3% durante el periodo. El petróleo registrará el crecimiento más lento entre las principales fuentes de energía primarias, con casi 2.3% anual, mientras la demanda de gas natural subirá 3.3% por año y el uso de carbón aumentará a un promedio anual de casi 6%, confirmando su papel como el combustible más barato para la generación de electricidad en gran escala.
En cuanto al crudo, principal energía primaria que se comercializa a escala mundial, hay signos de que la tendencia alcista de los precios que comenzó en 2002 ya terminó. A principios de 2007 el precio descendió a poco menos de 50 dólares por barril (d/b), el nivel más bajo en 20 meses, a consecuencia de una moderación en el crecimiento de la demanda, el suministro adicional de países que no pertenecen a la OPEP y benignas condiciones meteorológicas. Sin embargo, desde entonces el precio ha regresado por arriba de 60 d/b en respuesta a las reducciones de producción de la OPEP y factores políticos, como las tensas relaciones en Medio Oriente y Nigeria. EIU espera que el precio del Brent fechado promedie 63 d/b en 2007, en comparación con 65.3 d/b del año anterior, y baje en forma gradual durante los próximos cinco años a medida que entran en operación nuevas reservas en los principales países miembros del cártel petrolero, en especial Arabia Saudita. Sin embargo, EIU no prevé que el precio promedio descienda a menos de 50 b/d, debido al panorama relativamente sólido de la demanda global -casi 2 millones de b/d por año- y a la falta de prospectos, fuera de Arabia Saudita, que incrementen la producción; a la continua amenaza de las tensiones geopolíticas en áreas productoras estratégicas, y a la creciente disposición de la OPEP a mantener los precios del crudo entre 50 y 55 d/b.
La EIU predice un continuo aumento del consumo global de energía entre 2007 y 2011, con base en sus expectativas para el crecimiento del PIB global durante el lapso en cuestión.
Principales pronósticos
Se espera que el promedio de la demanda de energía global per cápita sea de 2.4% anual durante el lapso del pronóstico, ligera desaceleración si se compara con 2.7% del anterior lustro. El crecimiento de la demanda de crudo se moderará en respuesta al reciente aumento de precios, pero se espera que sea suficiente para mantener el precio arriba de 50 d/b.
El consumo de carbón crecerá con vigor entre 2007 y 2011, pese a los recelos ambientales, ya que los grandes consumidores poseen provisiones domésticas y desearán reducir su dependencia de los combustibles importados.
El uso de gas natural seguirá creciendo a medida que aumente la capacidad 1de exportación de gas natural líquido (GNL).
El consumo anual de electricidad crecerá cerca de 4.4% entre 2007 y 2011, y la mayor parte de su nueva capacidad dependerá del carbón o del gas natural. Sin embargo, es probable que crezca la participación de las energías nuclear y renovables.
Se estima que la demanda total de energía se incrementó 3.4% en 2006, casi en línea con el promedio anual de crecimiento de los tres años anteriores. Los principales motores de la creciente demanda han sido la rápida expansión de las economías china e india y el sólido desempeño de Estados Unidos y la Unión Europea, que representan en conjunto casi la mitad del consumo global.
EIU no prevé un cambio fundamental en esta situación durante el periodo, puesto que la demanda de energía crecerá 3.3% anual y en 2011 alcanzará el equivalente a 11.9 miles de millones de toneladas de petróleo.
Es probable que la demanda de petróleo se eleve casi 2.3% anual durante el periodo, tasa más lenta que la de las otras fuentes primarias, debido sobre todo a una disminución en el empleo de productos derivados del petróleo para la generación de electricidad. La demanda de petróleo se redujo notablemente en 2005 y 2006, en respuesta al alza de precios, pero EIU espera un firme repunte de la demanda durante los próximos años, a medida que se reduzcan los precios y se acelere el crecimiento de ventas de vehículos, en particular en Asia.
El factor común en todos los análisis sobre el futuro de la industria es la importancia de Medio Oriente y de Arabia Saudita en particular. Los temas críticos en este debate son la situación real de las reservas de crudo de la región -que representa dos terceras partes del total global, según cifras oficiales- y la capacidad de los principales productores de aumentar su producción en el margen requerido para satisfacer la creciente demanda.
De acuerdo con las tendencias actuales, los productores de petróleo de Medio Oriente y del norte de Africa parecen en realidad capaces de suministrar los 3 o 4 millones de barriles diarios (b/d) de crudo que la Agencia Internacional de Energía (AIE) espera que se produzcan en la región en 2010. Esto se debe sobre todo a la manera en que Arabia Saudita reaccionó ante el alza repentina de la demanda de crudo, lanzando un programa intensivo de inversiones en yacimientos. Sin embargo, hay menos confianza en la capacidad de la región para seguir suministrando los incrementos anuales netos de aproximadamente un millón de b/d de crudo durante los 20 años siguientes.
Incluso si el análisis de los más destacados teóricos del petróleo resultara demasiado alarmista, hay sólidas razones para preguntarse si Arabia Saudita puede mantener una producción de 15 millones b/d o más; además, la posibilidad de que otros países de la región con ricas reservas -en particular Irán e Irak- tensen la situación, provoca incertidumbre.
El regreso del carbón
Aunque considerada por muchos como fuente de energía sucia, poco económica y anticuada, el carbón sigue siendo un elemento esencial en la mezcla global de energía; representa casi 27% del consumo de energía primaria del mundo, comparado con 37% del petróleo y 24% del gas natural. Se espera que la proporción de carbón en la energía global se incremente en términos relativos, debido a su creciente competitividad de precio ante el petróleo y el gas. El futuro del carbón parece sólido en la ecuación global de energía, en particular en los países no productores de petróleo del mundo en desarrollo; el abasto está asegurado y bien distribuido geográficamente. Suponiendo niveles constantes de consumo y ningún nuevo descubrimiento, las reservas de carbón durarán mucho más de 200 años, excediendo con amplitud previsiones similares para otros combustibles fósiles. El reto más grande para el carbón como energético se presentará en el mundo desarrollado, donde las altas emisiones de CO2 son un factor en su contra.
La comercialización del gas natural se triplicará
EIU estima que el consumo anual global de gas natural se elevará 3.3% entre 2007 y 2011; la tasa de crecimiento más rápida se presentará en Asia y Australasia (excepto Japón). Esta región representará 12% del consumo global de gas en 2005, Norteamérica 30% y Europa occidental 19%. La mayor parte del gas que llega a Asia se importa en forma de GNL.
Estados Unidos está encaminado a convertirse en un mercado cada vez más importante para el GNL de importación, pues la producción doméstica de gas natural y la canadiense se han estancado.
El atractivo nuclear
La nuclear representa cerca de 6% del consumo mundial de energía primaria (casi el mismo porcentaje que la hidroelectricidad) y casi 15% de la capacidad total de generación de electricidad. Tiene grandes ventajas sobre los combustibles fósiles. Los gastos de operación son muy inferiores y no hay emisiones de dióxido de carbono. El incremento en los precios de petróleo y gas, y la creciente ansiedad por el cambio climático han propiciado un renovado interés por la opción nuclear en los países más importantes de la Unión Europea, Japón y Estados Unidos (que juntos representan alrededor de 70% de la capacidad nuclear del planeta).
Varios países en desarrollo contemplan la opción nuclear para satisfacer sus futuras necesidades de energía. De manera reciente, la Agencia Internacional de Energía Atómica modificó al alza su pronóstico, y prevé que para 2020 la capacidad nuclear subirá a 427 gigavatios, de los 367 gigavatios actuales.
Asia, Australasia y la demanda de energía
Se calcula que el consumo global de electricidad por cabeza suba a un promedio anual de 3.4% entre 2007 y 2011, y que su tasa de crecimiento regional más alta se presente en Asia y Australasia.
Ante el fuerte crecimiento de la demanda que se pronostica, en particular en países en desarrollo y economías en transición, se requerirá mayor capacidad generadora, lo que pondrá a prueba la habilidad de las empresas energéticas para captar el capital suficiente. Si los cuellos de botella en la capacidad generadora presionan el abasto, los precios subirán y, tarde o temprano, la demanda se reprimirá, en especial en los países más pobres.
Fuente: EIU
Traducción de texto: Jorge Anaya