Decepcionan las frágiles preseas
Luego de la alegría de ganar una medalla en Río 2007, varios atletas se han decepcionado por la fragilidad de las preseas. La de oro que llevaba al cuello el judoca Tiago Camilo se rompió cuando se levantaba de su asiento del autobús; algo similar le sucedió a su compatriota y colega Danielle Zabgrado, y el mismo problema tuvieron dos remeros y la ciclista Clemilda Fernández, al caer al piso sus metales romboidales cubiertos con acrílico.