Más de 50 filmes, 126 montajes teatrales y 39 obras para radio, parte de su legado

Bergman consideró el cine como el único medio moderno para expresarse

AGENCIAS

El legendario Ingmar Bergman influyó a generaciones de cineastas con sus obras duras sobre temas referidos a las relaciones del humano con la muerte y el tormento sexual; era un creador autodidacta, un genio.

Su fama le llegó por cintas como Fresas salvajes, Escenas de la vida conyugal o Fanny y Alexander, un clásico que obtuvo cuatro Oscares y que le dieron a Suecia buena reputación en el cine mundial. Por su obras, recibió además un Oscar honorífico y la Palma de las Palmas del festival de Cannes.

Hizo más de 50 filmes (contando los realizados en video para la televisión, documentales y cortometrajes), 126 montajes teatrales y 39 obras radiales. "Era uno de los grandes", dijo a la agencia Reuters Jorn Donner, productor de Fanny y Alexander. "Lo conocí por más de 50 años".

Bergman nació el 14 de julio de 1918 en Uppsala, al norte de Estocolmo. Su funeral se llevará a cabo en presencia de sus amigos y familiares en una fecha aún no precisada. Desde hace varios meses corrían insistentes rumores sobre la delicada salud del cineasta. En octubre de 2006 fue sometido a una operación de cadera de la que, al parecer, no logró recuperarse totalmente.

Una carrera iniciada en el teatro

Su carrera empezó en el teatro en los años 40, con la realización de una producción en la Opera de Estocolmo. Posteriormente, en 1960 volvió a sus orígenes teatrales al ser contratado como director del prestigioso Dramaten, el teatro real de arte dramático.

Asimismo, a lo largo de su trayectoria se distinguió en numerosas ocasiones como director de numerosas piezas teatrales de importantes autores, como por ejemplo, su ídolo de juventud, el escritor August Strindberg.

La decisión de dedicarse al cine la tomó en 1945, cuando se dio cuenta de que era el único medio moderno para expresarse.

Le gustaba mucho el cine estadunidense de los años 40 y también los filmes franceses de esa década y de los años 30. Fue contemporáneo de maestros como el italiano Federico Fellini, Luis Buñuel y Akira Kurosawa.

En 1955 obtuvo su primer éxito internacional con la comedia Sonrisas de una noche de verano. A partir de finales de los años 50 sus películas se harán cada vez más oscuras, centradas en parejas en crisis y en seres desgarrados por la constatación de un Dios ausente.

Considerado como un director de actrices, dio sus mejores papeles a intérpretes como Jaj Brito Nilsso, Harriett Andersson, Eva Dahlbeck, Ulla Jacobsson y Liv Ullman.

Ignorado durante mucho tiempo en su país natal e inclusive perseguido en los años 70 por un tenebroso asunto de evasión fiscal, Suecia sólo le rindió recientemente ese reconocimiento de gran maestro del cine que ha sido Bergman.