Foro de organizaciones campesinas sobre el TLCAN
México ha gastado 80 mil mdd en importaciones de alimentos
Durante los 13 años de vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México ha gastado 80 mil millones de dólares en las importaciones de alimentos; las de los pasados cinco años representan el 54 por ciento de las divisas obtenidas por la exportación de petróleo y son equivalentes al 72 por ciento de las remesas que enviaron los trabajadores migrantes a sus familiares, destacó Víctor Quintana, asesor del Frente Democrático Campesino de Chihuahua, en el foro internacional Los tratados comerciales y la soberanía alimentaria, que organizaron Vía Campesina y la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA).
Dichas compras no son compensadas con las exportaciones agropecuarias, ya que la balanza comercial agroalimentaria tiene un déficit de mil 435 millones de dólares; además, los jornaleros siguen enfrentando las condiciones desiguales de competencia, mientras la inversión y el gasto público en fomento agropecuario han disminuido. El presupuesto de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) tuvo una caída de casi 15 mil millones de pesos en términos reales y la inversión agrícola prácticamente se estancó.
Ello demuestra que el TLCAN ha profundizado las desigualdades; favorecido la producción e importación de forrajes y granos a muy bajo costo concentrados en oligopolios nacionales y trasnacionales, abundó. Insistió en que las importaciones de alimentos y productos agrícolas han alcanzado dimensiones inquietantes, ya que sólo en 2005 representaron el 40 por ciento del consumo total nacional contra un 20 por ciento un año antes; y para 2008 se prevé que dicho porcentaje llegue a 50 por ciento y en el último año del gobierno actual se eleve a 60 por ciento.
"Pero lo más preocupante es el disparo de las importaciones de maíz, ya que en el periodo de 1994 al año pasado, dichas compras pasaron de 2 millones 505 mil toneladas a 10 millones 735 mil, es decir un incremento de 428 por ciento", destacó.
Ante el representante de Vía Campesina para América del Norte, Alberto Gómez Flores, investigadores y dirigentes de organizaciones campesinas del país y de Tailandia, República Dominicana, Brasil e Indonesia, Quintana puntualizó que importamos alimentos estratégicos y exportamos productos que no tienen ese carácter, pero además en éstas tienen alta participación empresas trasnacionales y oligopólicas.
"Ni el TLCAN ni el conjunto de las políticas de ajuste han logrado revertir la pobreza y la emigración del campo; a 13 años del acuerdo comercial, en las comunidades rurales hay un desgarramiento del tejido social, ausencia de jóvenes y se está perdiendo la confianza y la tradición de ayuda mutua; se están abriendo los huecos donde penetra la delincuencia organizada", advirtió.
Un desastre similar afrontan los campesinos de Tailandia, dijo Uthai Sa Artchop, de la Asamblea de los Pobres. El tratado comercial con China y Estados Unidos trajo consigo la inundación de productos agropecuarios chinos en Tailandia; los precios de los productos agropecuarios han tenido una caída de 75 por ciento, pero lo que más preocupa a los tailandeses es el inicio de la obtención de patentes -por empresas trasnacionales-, de sus semillas, entre ellas del arroz jazmín, el equivalente al maíz de México en términos de herencia cultural, acotó.
Los acuerdos comerciales, agregó Juana Ferrer, de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas (Conamuca), profundizan las asimetrías entre los productores, imposibilitan el desarrollo de los sistemas productivos de los países menos desarrollados, condenan al monocultivo agroexportador e impide la diversificación de nuestras economías.