México SA
Preparad el bolsillo
31 mil 579 pesos por cabeza
Iván el intocable
Ahora que algunos políticos insisten en poner de moda la "preocupación" por el "notable incremento" de ciertas deudas públicas (léase la del Gobierno del Distrito Federal), vale la pena conocer cuánto debe el país, cuánto cada mexicano, porque si bien el débito capitalino no es una perita en dulce, el del sector público federal provoca sudor frío.
En días pasados, el inquilino de Los Pinos, tal cual hizo durante la campaña electoral, mostró pública "preocupación" por el asunto de la deuda del gobierno capitalino, y sólo por él, especialmente su evolución en el periodo 2000-2005 (léase el del "notable incremento"), o lo que es lo mismo cuando un tabasqueño con apodo de pez despachaba en la jefatura de gobierno.
Pues bien, si el lector no tiene nada mejor que hacer sosténgase de algo sólido para no caer, porque la deuda pública neta total, medida ésta con el saldo de los requerimientos financieros del sector público federal, ascendió, al 31 de julio de 2007, a la friolera de 3 billones 330 mil millones de pesos, algo así como 300 mil millones de dólares, un monto casi 80 veces superior al débito del gobierno capitalino que ha provocado la "preocupación", desde tiempos de la campaña electoral, al hoy inquilino de Los Pinos. La deuda de los 31 estados de la República, más el Distrito Federal, ronda 160 mil millones de pesos (20 veces menos que la federal).
Allá por diciembre de 2000, cuando supuestamente arrancó el autodenominado sexenio del "cambio", el primero del PAN en Los Pinos, cada mexicano debía 23 mil 655 pesos por concepto de deuda pública federal (medida con el mismo indicador de referencia); en julio de 2007 (en el inicio del segundo periodo panista en la residencia oficial) tal adeudo se había incrementado a 31 mil 579 pesos (equivalente a casi dos años de salarios mínimos), o lo que es lo mismo, un crecimiento de 35 por ciento en el periodo.
A pesar de esta evolución, del "notable incremento" a escala federal, del michoacano no ha salido un solo comentario, una sola referencia, una sola "preocupación". En 2000, el saldo de dichos requerimientos representó 39.97 por ciento del producto interno bruto (PIB); en julio de 2007, el 32.96 por ciento, pero el aparente descenso se ha dado más por el aumento nominal, del PIB que por la reducción real de la deuda, salvo en algunos renglones del débito externo.
¿No es "preocupante", "insostenible", "notable" (calificativos del inquilino de Los Pinos aplicables al débito del Gobierno del Distrito Federal) el voluminoso monto de la deuda federal? (un problema, dicho sea de paso, "resuelto" desde tiempos de la "solidaridad").
¿Qué incluye el concepto saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (SHRFSP)? Además de las tradicionales deudas interna y externa reconocidas como tales, adeudos de la banca de desarrollo y de organismos y empresas del sector público, pasivos del IPAB, Pidiregas, fondos y fideicomisos, "rescate" carretero y otras gracias.
La Secretaría de Hacienda lo define así: el SHRFSP "representa el acervo neto de las obligaciones, pasivos menos activos financieros disponibles, contraídos para alcanzar los objetivos de las políticas públicas, tanto de las entidades adscritas al sector público como de las entidades del sector privado que actúan por cuenta del gobierno federal... agrupa a la deuda pública presupuestaria, a los recursos para financiar a los sectores privado y social, a los requerimientos financieros del Instituto de Protección al Ahorro Bancario, a los proyectos de inversión pública financiada por el sector privado, Pidiregas, a los requerimientos del Fideicomiso de Apoyo para el Rescate de Autopistas Concesionadas y a los Programas de Apoyo a Deudores", y por todo ello a estas alturas cada mexicano debe, con o sin su consentimiento, 31 mil 579 pesos (sin considerar deudas de gobierno locales; en el caso del Distrito Federal, el adeudo por habitante es de 4 mil 941 pesos).
Entonces, preparad el bolsillo, pero al final de cuentas qué bueno que el estire y afloje (las "decisiones", le llamaron) de Los Pinos en el refinanciamiento de la deuda del Gobierno del Distrito Federal "se hicieron con base en aspectos meramente técnicos y no partidistas" (chistólogo y subsecretario de Hacienda Alejandro Werner).
Las rebanadas del pastel
Del intocable príncipe gallego que vino a facer la América y el derecho a la libertad de expresión: "el programa de televisión Efecto Dominó, que se trasmitía en Campeche por el canal 26 de Mayavisión, los lunes de 19 a 20 horas y los miércoles de 9 a 10 de la noche en vivo, salió del aire este miércoles primero de agosto (día del natalicio de su majestad JCMT*), al condicionarme a no realizar ninguna entrevista, alusión o señalamiento en contra del jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Juan Camilo Mouriño Terrazo (*). Lo singular es que a pesar de las críticas agudas en contra del espurio Felipe Calderón, del gobernador Jorge Carlos Hurtado y hasta contra George W. Bush y Benedicto XVI, nunca se censuró la línea de mi programa. Sea esta acción la muestra del infinito poder del 'mexicanizado' Juan Camilo y el mejor premio a la intolerancia del predilecto sexenal, a quien no se le puede tocar en una entidad donde aún existen mexicanos que no queremos ser parte del yugo medieval que intenta instaurar la familia Mouriño Terrazo, no sólo en Campeche, sino en toda la nación. ¿Quién sigue, en esta vorágine de censura oficialista, donde todos los millones de mexicanos estamos debajo de Juan Camilo y solamente Felipe podría estar a la par?" (Enrique Pastor Cruz Carranza, ex titular del referido programa, [email protected]).