Acuden unas 40 mil personas y representantes diplomáticos de 42 países
Conmemoran el 62 aniversario del ataque de EU a Hiroshima con bomba atómica
Ampliar la imagen Un niño en el Museo de la Memoria por la Paz, ayer en Hiroshima Foto: Reuters
Hiroshima, 6 de agosto. La ciudad de Hiroshima conmemoró hoy, en una ceremonia a la que acudieron alrededor de 40 mil personas, el 62 aniversario del primer ataque nuclear de la historia que, con el bombardeo a Nagasaki tres días después, son los únicos en que se han utilizado bombas atómicas.
En el acto, al que también asistieron diplomáticos de 42 países -el mayor número jamás reunido en los aniversarios del bombardeo-, el alcalde de la ciudad, Tadatoshi Akiba, advirtió de que la proliferación nuclear está ganando impulso por "un puñado de líderes trasnochados".
En efecto, cuando el avión Enola Gay dejó caer la bomba Little Boy sobre Hiroshima y mató a 140 mil personas, sólo Estados Unidos tenía armas nucleares. Hoy, los países capaces de desatar el Holocausto atómico son ocho: al Pentágono se han sumado las otras cuatro naciones con escaño permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas: China, Reino Unido, Francia y Rusia, así como Israel, India y Pakistán, aunque de éstos últimos países no hay confirmación oficial.
Al mismo tiempo, sin embargo, se ha logrado que cinco vastas regiones del mundo prohíban este tipo de armamento. Gracias al impulso del entonces secretario de Relaciones Exteriores de México y a la postre Premio Nobel de la Paz, Alfonso García Robles, los países de América Latina firmaron el Tratado de Tlatelolco en 1967, con lo que el subcontinente fue declarado Zona Libre de Armas Nucleares (ZLAN).
Le siguieron los países del Pacífico sur, que en 1985 firmaron el Tratado de Rarotonga; luego los del sudeste asiático, que diez años después signaron el Tratado de Bangkok. Un año después, con el Tratado de Pelindaba, también Africa fue declarada ZLAN. Gracias a este acuerdo, Sudáfrica es el único país que ha desmantelado sus bombas nucleares aun cuando éstas eran operativas a ciento por ciento. En 2006 los países del centro de Asia siguieron el mismo camino.
Hace apenas unos meses, Corea del Norte dio un paso en la misma dirección. Menos de un año después de llevar a cabo una prueba nuclear de dudoso éxito, pero en la que según los expertos no hay duda de que se usó una bomba atómica, el país comunista renunció a sus ambiciones nucleares a cambio de combustibles.
Según la Corte Internacional de Justicia, además, la sola posesión de armas nucleares implica una violación de la legislación internacional. En 1996 el máximo órgano judicial de la Organización de Naciones Unidas emitió una opinión consultiva en la que estableció que "la amenaza o uso de armas nucleares sería contraria a las reglas de las leyes aplicables a un conflicto armado y en particular a los principios y reglas de la legislación humanitaria".
En este contexto, un grupo de expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica viajó a Irán para realizar inspecciones en ese país, que defiende un programa nuclear con fines civiles, pero cuestionado por Estados Unidos y Occidente que consideran que lo que busca la república islámica es construir una bomba atómica.