13 poblados, dispuestos a luchar por el recurso y las áreas naturales que afectaría el desarrollo
Planean hacer 50 mil casas en zona de Morelos donde ya hay poca agua
Al decir que APPO y EPR nos apoyan, el gobierno estatal se prepara para reprimirnos: campesinos
Ampliar la imagen La sobrepoblación en algunas comunidades de Morelos causa ya problemas en el abasto de agua, pese a lo cual aún se planea edificar 50 mil casas en áreas donde los manantiales son sobrexplotados Foto: Jesús Villaseca
Emiliano Zapata, Mor., 9 de agosto. La lucha social aquí ya no es por la demanda de la tierra, sino por la defensa del agua. En el sur de Morelos, al menos 13 comunidades padecen escasez del líquido para consumo humano y la agricultura, y temen perder este limitado recurso natural ante la fiebre inmobiliaria que azota la entidad; hay planes de construcción de al menos 50 mil viviendas en la zona.
Sin planificación, ignorando la preservación de los recursos naturales, en medio de las áreas protegidas de los volcanes Chichinautzin y Montenegro, se planean desarrollos inmobiliarios en el acuífero de Cuernavaca, en una zona de recarga de agua donde brotan 42 manantiales, entre ellos el Chihuahuita, que abastece a los poblados, argumentan representantes de las comunidades.
Desde hace dos años se anunció en este municipio la construcción del conjunto habitacional Ciénega de Tepetzingo, promovido por Casas Mex Hom, donde se proyecta edificar 2 mil 14 casas en 27 hectáreas, para lo que ya se talaron tres hectáreas de selva baja caducifolia. A este desarrollo, que ya se inició, a pesar del acuerdo gubernamental del 13 de junio de suspenderlo, se agregan al menos otros tres; en conjunto se sumarían 50 mil familias más a una zona donde hay pocas escuelas, servicios, energía y existe un manejo deficiente de la basura.
Los representantes de las comunidades de la región, Cutberto Neri Solís y Gonzalo Ocampo, detallan que del manantial Chihuahuita se distribuye agua a alrededor de 50 mil habitantes de 13 poblados -Xoxocotla, Tetecalitla, Tepetzingo, Tlaltizapán, San Miguel 30, Santa Rosa 30, Tetelpa, Benito Juárez, El Mirador, Acamilpa, Pueblo Nuevo, Temimilcingo y Huatecalco- de los municipios Puente de Ixtla, Emiliano Zapata, Zacatepec y Tlaltizapán. En todos ellos, sin excepción, el agua se tandea, es decir, se distribuye sólo unas cuantas horas al día y cada dos o tres días.
El manantial aporta 286 litros por segundo, de los cuales, 80 por ciento se destina a las poblaciones y 20 por ciento a la agricultura; antes era al revés, pero el crecimiento de la población ha generado mayor demanda, por lo que los agricultores se quejan de que tienen menos agua de riego, explica Juan Carlos Valencia, director del organismo de Cuenca Balsas. Precisa que el acuífero de Cuernavaca aún tiene disponibilidad de 33 millones de metros cúbicos, y que se buscará proteger los 42 manantiales que hay en la zona.
El punto donde brota el manantial Chihuahuita está protegido con mallas para evitar que se llene de basura y se ensucie, sin embargo, a 50 metros, sus aguas cristalinas se contaminan al unirse con desechos que vienen de Tetecalitla y Tepetzingo, ya que las plantas de tratamiento no funcionan; en Morelos, sólo 25 por ciento de las aguas residuales reciben tratamiento.
Valencia asegura que los estudios de disponibilidad de líquido del acuífero son de 2000 y que el caudal del Chihuahuita no ha variado. Asevera que de éste no se dará ninguna concesión de agua, y defiende que el proyecto habitacional La Ciénega sólo utilizará uno por ciento del líquido disponible. La escasez que los habitantes observan también se debe a que no hay uso eficiente del recurso en la región, señala.
Sin embargo, confirma que aún hay posibilidades de extraer más agua del subsuelo, porque desde la década pasada se dejó de explotar los cuerpos superficiales. Los representantes comunales argumentan que las constructoras están recibiendo permisos para la explotación de pozos del mismo acuífero, y advierten que la sobrexplotación acabará con los manantiales.
Lucha por el recurso
La población originaria de la zona se dice dispuesta a luchar por el recurso natural, para lo que ha recurrido a todos los recursos legales previstos: ha apelado la manifestación de impacto ambiental ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), así como los permisos de construcción y de cambio de uso de suelo ante los gobiernos estatal y municipales, además de que presentará una demanda ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
Los representantes rechazan de manera tajante que en este movimiento de defensa del recurso natural participen miembros de la APPO o del EPR: "sólo hay gente de estos pueblos que está cansada de la burla del gobierno y está dispuesta a luchar por el agua; es lo que les podemos dar a nuestros hijos", señalan.
Las comunidades son representadas por comisariados ejidales e integrantes de los sistemas de agua potable, que en estos pueblos -que se rigen por usos y costumbres- están bajo la responsabilidad de los propios pobladores, ya que el manejo del agua lo asume la comunidad.
Ante el discurso del gobierno estatal, encabezado por el panista Marco Adame, los representantes advierten que el mandatario está preparando el terreno -con las declaraciones de que en este movimiento participan grupos subversivos- para reprimir a la población. Por eso -explican- no quieren recurrir a la toma de carreteras ni a acciones más drásticas, "pero la gente de los pueblos ya no está dispuesta a tolerar más burlas".
Aún recuerdan el pasado 4 de junio, cuando fueron reprimidos por granaderos que les lanzaron gases lacrimógenos en la caseta de Alpuyeca, donde repartían volantes; hubo detenidos, que nada tenían que ver con el movimiento de defensa del agua, y golpeados. El día 13 de ese mes firmaron una minuta con el gobierno, en la que éste se comprometió a desistirse de una averiguación previa contra representantes de las comunidades y a suspender las obras del conjunto habitacional Ciénega de Tepetzingo. Desde entonces han sostenido cuatro reuniones con funcionarios estatales, encabezados por el secretario de Gobierno, Sergio Alvarez, pero "mientras nos entretienen ahí, sigue la edificación de las casas".
La constructora prosiguió los trabajos hace un mes. "La gente está desesperada porque no hay respuesta, y como vieron que reanudaron las obras, están molestos. Sólo estuvieron suspendidas dos semanas. El diálogo con el gobierno se rompió cuando la construcción de las viviendas continuó", señala Cutberto Neri, presidente del Sistema de Agua Potable de Acamilpa. Las comunidades han demandado diálogo directo con el gobernador, pero no han tenido respuesta; anuncian que agotarán todas las vías legales para la solución del problema.
Olegario Castrejón, presidente del Sistema de Agua Potable de Temimilcingo, quien tiene 68 años, escucha con atención los comentarios de sus compañeros: "la Constitución de la República y la de Morelos señalan que los pueblos originarios tienen prioridad en el uso y disfrute de los recursos naturales, y que deben ser tomados en cuenta para este tipo de obras". Además -sostiene-, no se ha tomado en cuenta la biodiversidad.
Aunado a todo esto, Raúl Flores se dice dueño del predio donde se construyen las casas, y ha señalado que fue despojado del terreno, según reportaron diarios locales el 14 de junio. Flores dio a conocer que el 30 de noviembre de 2004, durante el gobierno de Sergio Estrada Cajigal, llegaron al lugar una agente del Ministerio Público llamada Roselvia Román Brito, y el entonces director de la Policía Industrial, Bancaria y Auxiliar, Reyes Antúnez, quienes sacaron a los vigilantes y dejaron el terreno bajo la custodia de esta policía. Flores presentó la denuncia TX/2da./326/04-12 para reclamar la devolución del predio.
Un gran letrero frente al poblado Tepetzingo anuncia que las viviendas podrán ser adquiridas con Infonavit: "Aparte su casa con 2 mil pesos".