Organizaron la cena de gala Documental: herramienta para los derechos humanos
La juventud debe ser crítica para que las cosas cambien: Gael y Diego
Tenemos que combatir la impunidad desde todas las trincheras, agrega García Bernal
Ampliar la imagen Gael García Bernal y Diego Luna en su faceta de activistas sociales Foto: José Carlo González
“La juventud debe ser crítica y estar politizada para que las cosas cambien; no puede ser indiferente ante la impunidad, no podemos pensar que vivimos en una burbuja, ya que cada vez es más difícil vivir en este país. Por eso hay que ser sensibles y congruentes ante la realidad”, coinciden Gael García Bernal y Diego Luna.
Los actores, productores y ahora realizadores convocaron a la prensa para presentar una iniciativa en “favor de los derechos humanos” que su casa productora, Canana, y su ciclo itinerante de documentales, Ambulante, promueven junto con la organización civil Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) y la organización mundial Witness (fundada por el cantautor inglés Peter Gabriel). En esta ocasión, una cena de gala (en la que el boleto costó 3 mil pesos) que se realizó anoche en el Museo Interactivo de Economía.
El objetivo de dicha cena es recaudar fondos para ambas organizaciones. El dinero será para “promover el uso de distintos medios audiovisuales para sensibilizar a la sociedad sobre violaciones a los derechos humanos alrededor del mundo y ligar a distintos sectores de la sociedad (artístico, privado, público, diplomático y sociedad civil) en un acto filantrópico. La intención es reunirse para hablar de los derechos humanos en México y el potencial del video para promover una sociedad justa y libre de violencia”.
No se trata nada más de hacer festivales, es una cuestión de responsabilidad social del día a día, comenta Gael.
Esta cena no es una manifestación o denuncia contra las autoridades. Se trata de una reunión, para sensibilizarnos y tomar acciones, dice Diego.
Para García Bernal –quien presentará en el próximo Festival Internacional de Cine de Toronto su opera prima como director: Déficit–, el tema de los derechos humanos es muy complicado “por el círculo de impunidad en el que vivimos. Estamos ahora en la mejor oportunidad para cuestionarlo todo, incluyendo a los gobernantes. Debe haber un proceso curativo a todos los niveles. Tenemos que combatir desde todas las trincheras, desde la que estamos en este momento, hasta la de los que tiene la verdadera responsabilidad. No obstante, es un proceso tan doloroso que hasta cambiará la forma en la que hablaremos”.
El problema, no hacer nada
Por su parte, Luna dice: “El gobierno nos tiene que escuchar. Los reportes internacionales sobre derechos humanos siempre son negativos. El problema es no hacer nada. El cambio empieza en el día a día, cada quien tiene que encontrar una solución. Las cosas no son blanco y negro. Habría que sentarse con el gobierno y saber cuál es su agenda. Los importante sería tener gobernantes que pensaran a futuro y no en ellos mismos y en colgarse las medallitas”.
El nombre de la cena de gala fue Documental: herramienta para los derechos humanos.
Gael asegura que con esto reafirmarán el poder de los cortometrajes. “El cine cambia la vida de las personas, aunque sería también darle mucha responsabilidad, más bien es catalizador del cambio. Su labor es exponer toda clase de impunidades a las que estamos expuestos.”
Diego considera que su labor es indagar, reconocer, ser parte de “un proceso sanador para el que los ve y para el que los hace. Es importante que nos reconozcamos a través de la cultura. No olvidamos los atropellos que vivimos en Oaxaca, Chiapas (...) No se puede olvidar la terrible impunidad que enfrentamos cada día. El Estado mexicano vive en constante impunidad en todos los niveles. Y para ser congruente el micrófono es una herramienta que no se puede desperdiciar”.
Si hay alguien que ha apoyado la difusión de documentales es la cadena Cinépolis, por tal motivo, su director general, Alejandro Ramírez, apoya estas iniciativas: “Para nosotros integrar a nuestra responsabilidad social la promoción y cultura de los derechos humanos, representa alinear los principios inspiradores de la comunidad internacional a nuestras políticas de negocios, así como disponer de nuestros activos clave, como una esencial contribución a la creación de valor público en nuestro país y la construcción de una sociedad más justa y equitativa.”
Se le cuestionó a los populares histriones cuándo se inició su responsabilidad social. “Despierta –afirma García Bernal– cuando te das cuenta que todos somos víctimas de la impunidad, aunque a veces somos cómplices de ella también”.
Para Luna, la responsabilidad social nace “cuando dejas de ser niño, cuando te das cuenta de la ciudad en la que vives, como la nuestra. Emerge también con la necesidad de leer el periódico y enterarte de lo que pasa. Por eso el cine es una herramienta para hablar de nosotros. Con la vida diaria se hace un ejercicio de conciencia, de detenerse a ver en dónde estás. En mí caso es con la responsabilidad de tener un micrófono adelante y ser congruente con quien eres. Es una herramienta que no se puede desperdiciar.”
Doble injusticia
Coinciden en que es posible que el gobierno no tenga la solución a la impunidad, “pero podríamos sentarnos a ver si entre su agenda está el tema de los derechos humanos”.
Aseguran que desde que crearon Ambulante su idea era fomentar que diversos sectores de la sociedad, entre ellos los artistas, se involucraran más activamente en temas de derechos humanos y justicia social. “Creemos que es muy importante apoyar a las víctimas de violaciones de derechos humanos y a las organizaciones que las defienden y dan visibilidad a sus casos por conducto de los medios que tenemos disponibles. Todos podemos hacer algo desde nuestra propia trinchera.”
En la rueda de prensa, estuvieron presentes Gillian Cladwell, directora ejecutiva de Witness y Paulina Vega, titular de la CMDPDH, organización con 18 años de experiencia en la creación de una cultura de respeto y garantía de los derechos humanos.
En el acto se exhibió parte del documental Doble injusticia, sobre los feminicidios en Chihuahua, en especial de la desaparecida Neyra Cervantes y su primo David Meza, a quien las autoridades de Chihuahua torturaron para que se confesara culpable por el asesinato. Su madre, presente en la conferencia, aseguró: “El gobierno sigue durmiendo, por eso le pedimos al presidente Calderón que se ponga las pilas, para que sepa que en Chihuahua continúa la impunidad; existió con el gobernador Patricio Martínez y ahora con el actual titular Reyes Baeza.”