Modificaciones al régimen tributario de Pemex, otra condición de senadores priístas
Apoyo a la reforma fiscal, sólo si hay cambios a las normas electorales: PRI
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado insistió ayer en condicionar la aprobación de la reforma fiscal a la creación de una nueva legislación electoral y a la realización de modificaciones al régimen fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex).
De igual forma, exigió al gobierno federal "que se amarre el cinturón" y realice un claro esfuerzo de contención y reducción del gasto corriente, en beneficio de los ciudadanos. Resaltó, además, su petición de que se revise el desempeño de las delegaciones federales y se transparenten los requisitos para designar a los titulares de esos organismos.
Al comenzar ayer los trabajos de su tercera reunión plenaria, los senadores aprobaron la creación de un acuerdo-compromiso con el gobierno federal, que permita llevar a cabo una reforma hacendaria de manera gradual, coadyuve a disminuir el gasto corriente de la administración federal y aumente la inversión en sectores prioritarios, como educación, salud e infraestructura carretera.
Francisco Labastida y el diputado federal Emilio Gamboa -quien acudió al acto para dar a conocer la agenda legislativa del PRI en San Lázaro- insistieron en condicionar la aprobación de dicha reforma a la realización de modificaciones en Pemex y en el ámbito electoral.
Más cautos, Carlos Jiménez y Jesús Murillo Karam rechazaron que haya condiciones, pero resaltaron la necesidad de que las tres reformas vayan juntas y se efectúen de manera integral.
Durante la discusión, los legisladores señalaron que las iniciativas del Presidente de la República son claramente insuficientes en materia de gasto público, toda vez que no atienden ni proponen solución alguna a la necesidad de aumentar la eficiencia ni eliminan la discrecionalidad.
Debido a que el jefe del Ejecutivo pide un esfuerzo a los ciudadanos para que contribuyan con más recursos al fisco, el grupo parlamentario del PRI demandó a cambio que el gobierno federal realice un claro esfuerzo de contención y reducción del gasto corriente.
De manera concreta, demandó que disminuya el gasto administrativo del sector central y de las paraestatales. El Ejecutivo debe proponer un plan para reducir cinco por ciento al año los recursos que eroga en administración y operación, puntualizó.
Planteó también la necesidad de bajar cinco por ciento al año el déficit del sector central, para que las paraestatales puedan elevar la inversión. Estas últimas, abundó, tendrán que establecer planes de austeridad e informar sobre sus metas de ahorro.
Respecto de Pemex, Comisión Federal de Electricidad y Luz y Fuerza del Centro, solicitó a Felipe Calderón presentar un proyecto para reducir los gastos personales, lograr ahorros, cancelar plazas y prohibir la creación de nuevos puestos.
Sobre el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, exigió que se suscriban convenios de desempeño que fijen metas de recaudación y ahorro, acordes con sus características; se prohíba que las prestaciones aplicables a los sindicalizados se hagan extensivas a los funcionarios de confianza, a excepción de las de seguridad social y protección del salario, y se flexibilice el servicio profesional de carrera, excluyendo de éste a los directores generales y a los directores generales adjuntos de la administración pública federal.
Los senadores también se refirieron a las delegaciones federales: plantearon que es importergable realizar un diagnóstico para identificar su valor agregado, duplicidades y áreas de oportunidad para optimizar el gasto, y que se efectúen ahorros y se aumente la eficiencia.
Por último, plantearon la fusión de la Lotería Nacional y Pronósticos para la Asistencia Pública en una unidad de juegos y sorteos.