Von Wernich, "siniestro" cómplice de represores: víctimas
Ratifican acusaciones de homicidio y tortura contra sacerdote argentino
Buenos Aires, 13 de agosto. La periodista Mona Mocalvillo dijo hoy ante la justicia que el sacerdote Christian Von Wernich, ex capellán de la policía de la provincia de Buenos Aires durante la pasada dictadura militar (1976-1983), fue "salpicado con la sangre" de su hermano Domingo, quien fue asesinado y desaparecido junto a seis jóvenes en esos tiempos del horror, y lo calificó de "siniestro".
Fue una de las más fuertes audiencias durante la décima jornada del juicio que se realiza en La Plata, provincia de Buenos Aires, contra el sacerdote, quien también fue confesor del jefe de la policía de ese estado, el ya fallecido general Ramón Camps, uno de los mayores criminales de la pasada dictadura.
Al abrir otra de las duras jornadas de un juicio que conmueve al país, la reconocida periodista que dirigió Radio Nacional hasta hace pocos meses, convalidó otras acusaciones de víctimas directas, cuando dijo que lo que "no se lograba con la tortura, lo conseguía luego Von Wernich con el amiguismo", en sus visitas a los detenidos, cuando estaban aún bajo los efectos de los terribles interrogatorios.
Este caso era uno de los más impactantes porque el hermano de la periodista integró lo que fue llamado el "grupo de los siete jóvenes", secuestrados, quienes fueron engañados con la promesa de sacarlos del país, en lo que participó activamente el sacerdote sabiendo que iban a ser asesinados.
Domingo Moncalvillo fue secuestrado el 18 de diciembre de 1978 y llevado a uno de los temibles centros de tortura con otros seis jóvenes, en la famosa Brigada de Investigaciones de La Plata. Durante las investigaciones y testimonios que recibieron los integrantes de la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep) instalada en 1984, bajo el gobierno del ex presidente Raúl Alfonsín, figura la confesión de un ex policía bonaerense Julio Emmed, quien estuvo presente en el asesinato de los jóvenes.
Relató entonces que Von Wernich fue quien contactó a las familias a las que en una siniestra burla pidió dinero para supuestamente sacarlos a Uruguay, tal como denunció Mona Moncalvillo. Emmed también confesó entonces que el sacerdote estuvo presente en la ejecución de los jóvenes e incluso se manchó con la sangre de los prisioneros, tras lo cual el sacerdote felicitó a los policías verdugos, y les dijo que "lo habían hecho por la patria y por Dios, y que Dios estaría muy agradecido por lo que habían llevado adelante".
Von Wernich se reunió en esa época con la familia Moncalvillo y les aseguró que había acompañado al joven hasta su salida del país.
Otro testimonio impactante fue el de Adriana Idiart, hermana de Cecilia, otra de las víctimas del grupo de jóvenes, quien sostuvo que el cura Von Wernich fue a pedir dinero a su familia para sacar a la joven del país.
"El (Von Wernich) le pidió dinero a mi madre para sacar a Cecilia del país y cuando estaba por producirse el viaje pidió que le entregáramos ropa", dijo Adriana. Fue desgarrante cuando relató el momento en que se enteraron que habían salido de la cárcel y pensaban "que estaban ya viajando, para enterarse después que los habían ejecutado y desaparecido en el camino".
El ex capellán Von Wernich es juzgado por el homicidio de Moncalvillo y otros seis jóvenes, además de 31 casos de torturas y 42 privaciones ilegítimas de la libertad.
En las primeras nueve audiencias del juicio, varias víctimas de secuestros confirmaron que el sacerdote los visitaba en sus calabozos, donde permanecían encadenados y torturados para "quebrarlos" anímicamente, y lograr que colaborara con sus captores, proporcionando datos y nombres. Al terminar los testimonios, el horror y las lágrimas galvanizaron a los presentes.