Riesgo de encarecimiento, advierten productores delCNA
Gobierno e industriales mantienen el precio de la tortilla, pese a advertencia campesina
En contra de las advertencias de organizaciones campesinas sobre los riesgos en el mercado del maíz y las condiciones del campo, el gobierno mexicano y los industriales del maíz y la tortilla acordaron mantener el precio de este alimento básico entre 8 y 8.50 pesos por kilo, con el argumento de que el precio del grano ha mostrado “una evolución estable y no hay problemas de abasto”.
La estabilidad del precio se pretende alcanzar mediante del Programa Nacional de Modernización de la Industria, Mi Tortilla, al que se dedicarán este año 500 millones de pesos a través del Fondo Pyme y aportaciones estatales para mejorar las condiciones de operación de las tortillerías.
El acuerdo sustituye al segundo pacto para la estabilización del precio de la tortilla, luego de que en enero se disparara hasta 22 pesos por kilo en algunas ciudades del país. El convenio fue firmado por las secretarías de Economía; de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación; los gobiernos estatales; representantes de algunos productores de maíz; empresas molineras y tortillerías.
Fuera del acuerdo y del Programa Mi Tortilla quedaron organizaciones campesinas que se manifestaron en contra de renovar el pacto, ya que la producción de maíz para el periodo 2007-2012 tendrá un incremento de 1.6 por ciento anual, y los rendimientos por hectárea en zonas de riego del noroeste del país serán de 10 toneladas.
El nuevo acuerdo fue resultado de los trabajos efectuados por la Mesa de Diálogo para el Fortalecimiento, el Abasto y la Estabilidad de Precios de la cadena maíz-tortilla, donde se llegó a la conclusión de que existen nuevas condiciones en el mercado que “permiten prever que no habrá variaciones en los precios de la cadena maíz tortilla, considerando que el precio del maíz muestre una evolución estable y no se presenten problemas de abasto”.
La mesa definió tres grandes líneas de trabajo que consisten en mantener la estabilidad de precios de la harina, maíz, maíz para nixtamal, masa para nixtamal y tortilla para el resto del año; poner en marcha el Programa Nacional de Modernización de la Industria, Mi Tortilla, en el que la Secretaría de Economía aportará 300 millones de pesos y los gobiernos estatales 200 millones más para actualizar las tortillerías en el área administrativa, comercial y tecnológica, mientras que la supervisión y vigilancia estará a cargo de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Ante este panorama, la Unidad de Fuerza Indígena y Campesina advirtió que se requiere una mayor vigilancia sobre empresas como Monsanto y Cargill para evitar la especulación. Recordó que al principio del conflicto de precios el secretario de Economía, Eduardo Sojo, se comprometió a investigar y castigar a los especuladores que provocaron el alza del precio del maíz a comienzos del año, sin que hasta la fecha haya noticias de alguna sanción.
Precisó que más allá de un pacto, lo que requieren los productores es una estrategia de desarrollo integral basada en la coordinación y participación de los diferentes niveles de gobierno y de las diversas organizaciones campesinas.
Para el Consejo de Organismos Rurales y Pesqueros, el pacto maíz-tortilla no significó una mejora para los agricultores. El acuerdo tendría que fomentar la actividad agrícola y pecuaria mediante el uso óptimo de la tierra, con obras de infraestructura, insumos, créditos, servicios de capacitación y asistencia técnica.
El Consejo Nacional Agropecuario indicó que el alza de los precios del maíz sigue latente y si no ha habido repercusiones en los consumidores es porque los productores han absorbido una buena parte de los costos de producción.