Refuerzan medidas de seguridad en India y Pakistán
Nueva Delhi, 14 de agosto. Pakistán celebró hoy el 60 aniversario de su independencia de Gran Bretaña, mientras India, que tiene su fiesta nacional un día después, se preparaba para iguales festejos. Las ceremonias en las dos naciones han tenido lugar en medio de grandes despliegues de seguridad, por temor a posibles atentados.
En el contexto de la celebración, Pakistán liberó ayer a 134 prisioneros indios e India respondió hoy con la repatriación de 72 paquistaníes encarcelados. El intercambio de presos es parte de un proceso de acercamiento entre los dos países, que se han enfrentado en tres guerras desde su separación, unos meses después de que en 1947 se independizaran del imperio británico.
Las celebraciones en ambas naciones estuvieron marcadas por un ambiente mixto de alegría y miedo. En Pakistán, los festejos fueron discretos, y en Islamabad, la capital del país, no se vieron los adornos espectadulares de otros años.
En cambio, los paquistaníes tuvieron que resignarse ante la prohibición de lanzar petardos y la proscripción de grandes concentraciones de gente, pues se espera que los islamitas aprovechen la ocasión para llevar a cabo ataques contra las fuerzas de seguridad y la población civil.
En India, por otra parte, sólo en Nueva Delhi, sede del Estado, fueron desplegados unos 70 mil policías y soldados, se prohibió el tráfico aéreo y se estableció un dispositivo antiterrorista en los trenes, blanco privilegiado por las organizaciones insurgentes, que van desde las guerrillas maoístas del estado centro-oriental de Chattisgarh a las organizaciones islamitas de Cachemira, en la frontera con Pakistán.
Los discursos de los mandatarios de los dos países tuvieron tonos distintos. El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, dio un mensaje marcadamente político y llamó a sus compatriotas a "involucrarse en el próximo proceso electoral y convertirse en instrumentos de la moderación ilustrada".
La presidenta india, Pratibha Patil, en cambio, llamó a todas las etnias y religiones a "recuperar el espíritu de unidad" que marcó la lucha por la independencia, y proclamó: "Para que la nación reclame su destino glorioso, debemos ver que nosotros y nuestras mil millones de manos pueden darle forma".
La jefa de Estado recordó también que "el crecimiento, si no está bien distribuido, disminuye el bienestar general", y afirmó que "sólo con el crecimiento incluyente" puede conseguirse desarrollo.