Usted está aquí: miércoles 15 de agosto de 2007 Mundo Fue un atentado el descarrilamiento del Nevsky Express, afirma el gobierno ruso

Temen analistas que sea el inicio de un plan para desestabilizar de cara a los comicios

Fue un atentado el descarrilamiento del Nevsky Express, afirma el gobierno ruso

El director del Servicio Federal de Seguridad pide más recursos para enfrentar a "terroristas"

JUAN PABLO DUCH

Ampliar la imagen Rescatistas trabajan en la localidad de Malaya Vishera, unos 500 kilómetros al noreste de Moscú, donde el lunes descarriló un tren de alta velocidad que dejó al menos 60 heridos Rescatistas trabajan en la localidad de Malaya Vishera, unos 500 kilómetros al noreste de Moscú, donde el lunes descarriló un tren de alta velocidad que dejó al menos 60 heridos Foto: Reuters

Moscú, 14 de agosto. Un día después que descarriló el Nevsky Express, tren de alta velocidad que cubría la ruta entre Moscú y San Petersburgo, la procuraduría de Rusia sólo tiene una certeza y... muchas preguntas sin respuesta.

La certeza de que un atentado, calificado ya de "terrorista" por las autoridades rusas, provocó que el tren se saliera de los rieles dejando como saldo 60 heridos.

También está fuera de toda duda que el descarrilamiento pudo haber sido trágicamente mayor, de no ser por la pericia del maquinista que tras la detonación del artefacto de fabricación casera, con una carga explosiva equivalente a dos kilogramos de trinitrotolueno, fue capaz de conducir la locomotora eléctrica del otro lado de un puente y, con esa maniobra evitó que cayeran al río los 12 vagones siniestrados.

En cambio, aunque los hechos se anticiparon en indicar el dónde y el cuándo, sigue siendo un misterio quién, cómo y por qué puso en riesgo la vida de 251 personas -231 pasajeros y 20 miembros de la tripulación y personal de servicio- al colocar la bomba al paso del tren cerca de Malaya Vishera, región de Novgorod, a una hora y siete minutos de la llegada a su destino.

El responsable de encontrar las respuestas, el subprocurador Aleksandr Bastrykin, comenzó hoy con mala suerte la tarea al descender su helicóptero justo encima de una unidad móvil de la televisión pública de Rusia y aplastar un sofisticado equipo para transmitir vía satélite.

La explicación del atentado más simple, por abstracta, la ofreció este martes el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso, dependencia sucesora del KGB soviético), Nikolai Patrushev, al encabezar una reunión del Centro Antiterrorista Nacional, convocada con antelación a lo ocurrido el lunes por la noche.

Para Patrushev, coordinador de dicho Centro por encargo del presidente Vladimir Putin, el cual continúa practicando la pesca de trucha en Siberia, como anfitrión de Alberto de Mónaco, "la explosión del tren y el deterioro de la 'situación operativa' en el Cáucaso del Norte son testimonio inequívoco de que la amenaza del terrorismo no ha sido totalmente erradicada en Rusia".

El director del FSB se refirió al descarrilamiento del Nevsky Express como ejemplo elocuente de que es necesario asignar más recursos para "garantizar la seguridad antiterrorista" en las elecciones legislativas de diciembre y en las presidenciales de marzo siguientes.

En tanto, no son pocos los rusos que temen que el bombazo del tren sea la primera acción desestabilizadora de una serie que, desde oscuros orígenes, busca sembrar el caos en la coyuntura prelectoral.

La memoria colectiva aún registra que a finales de 1999, explosiones hasta ahora no esclarecidas en edificios de vivienda de Moscú y otras ciudades, atribuidas por las autoridades a los separatistas chechenos, catapultaron a niveles de popularidad decisiva en las urnas a Putin, el candidato que entonces ofreció castigar a los culpables y poner orden en el país.

Ahora, si los "terroristas" no identificados por el FSB vuelven a conseguir que la situación se desborde, y ya circulan rumores de que el artefacto utilizado en Novgorod es semejante al que descarriló el tren Grozny-Moscú, el 12 de junio de 2005, en un atentado adjudicado a los chechenos, seguramente se volverán a escuchar voces en el Parlamento en favor de modificar la Constitución y pedir al mandatario ruso que se quede un tercer periodo.

Pero de ser firme la decisión de Putin de no presentarse a un tercer mandato consecutivo, el sucesor podría encontrarse con una situación ad hoc para enarbolar un discurso justiciero y nacionalista, similar al que favoreció en su momento al actual titular del Kremlin.

Y tampoco hay que excluir que el atentado haya sido un golpe bajo contra el presidente de la compañía de ferrocarriles de Rusia, Vladimir Yakunin -íntimo amigo de Putin, con quien comparte el fervor por la religión ortodoxa-, asestado por las fuerzas que ven con preocupación que pudiera ser nombrado primer ministro, en sustitución de Mijail Fradkov, el tecnócrata sin aspiraciones política propias.

El ascenso convertiría a Yakunin en tercer aspirante a la sucesión, después de Serguei Ivanov y Dmitri Medvediev, ambos con rango de primeros viceprimer ministros pero con estatus extraoficial de candidatos con mayores probabilidades de despachar en el Kremlin a partir de 2008.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.