Un partido de izquierda socialista
El décimo congreso nacional perredista aprobó su agenda legislativa y resolvió que de ahora en adelante será un partido de izquierda socialista. El pleno ponderó cambios en materia electoral, que probablemente sean aprobados en el próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión.
Entre ellos prevé una ley de partidos políticos para regular el funcionamiento de las actividades internas de esos institutos, su financimiento y sus mecanismos de elección; renovación del actual Consejo General del Instituto Federal Electoral y revisar la situación por la que atraviesa el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Se establece también la eliminación de los recursos privados para el financiamiento de los partidos, concerniente a precampañas y campañas, tanto internas como constitucionales; prohibición de contratar publicidad en medios de comunicación electrónica, y eliminar el secreto bancario en relación con el manejo financiero de los institutos políticos y sus candidatos. Además, se sancionaría, si se aprobara la propuesta perredista, a quienes violenten los topes de gastos de campaña, reciban aportaciones del extranjero o de fuentes ilegales de recursos. Se garantizaría la paridad de género en los espacios de dirección y en las candidaturas de mayoría y de representación del PRD.
Por lo que hace al régimen de gobierno, a incluirse en la reforma del Estado, los congresistas aprobaron dar facultades al Senado para ratificar a los secretarios de Estado o removerlos en caso de faltas graves; creación del gabinete de gobierno como órgano colegiado con funciones legales, y nombramiento senatorial del procurador general de la República.
A esto se añade la posibilidad de dotar a la Auditoría Superior de la Federación de poder para emprender acciones penales contra aquellos servidores que hubiesen violado la Ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos, y la capacidad de las cámaras para investigar cualquier asunto de interés nacional, y citar a comparecer a cualquier persona bajo protesta de decir verdad.
Se aprobaron medidas de fiscalización a gobiernos emanados del PRD, el cual “no es franquicia para utilizarla durante las elecciones y después desecharla. Quien acceda a cargos de representación o de gobierno estará obligado a aplicar el programa del partido. Los gobiernos serán austeros, con objeto de priorizar el uso de los recursos hacia los servicios, obras y programas de servicio social y de carácter universal”.