En la cumbre de la ASPAN el tema será la seguridad de EU; colaterales: energía, comercio y economía
Los mandatarios de México, Estados Unidos y Canadá llegarán a la cumbre de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN) con una agenda que tiene como fundamento la seguridad de Estados Unidos y, como líneas colaterales, el comercio, la economía y el sector energético, por encima de los intereses de los pueblos, dijeron analistas.
En un análisis sobre la evolución y resultados del libre comercio, el especialista José Luis Calva, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que la agenda de liberalización comercial ha sido fijada por los intereses del norte, y en consecuencia las ganancias son para ellos, con repercusiones para México como las enormes disparidades que hay en relación a sus socios comerciales.
Por separado, la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC) criticó que sean los líderes de las principales trasnacionales los que estén en el seno de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte, y sean ellos quienes dicten las políticas públicas, constituidos en el Consejo para la Competitividad de América del Norte (CCAN), integrado por los principales hombres de negocios de México, Estados Unidos y Canadá.
Acusó que de las 300 iniciativas de la ASPAN en las que están trabajando los tres gobiernos que integran el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), “muchas van encaminadas hacia una integración energética cuyos propósitos deben ser objeto de un debate social amplio. Pero el secreto persiste”.
La seguridad en primer lugar
La prioridad es el tema de la seguridad en Estados Unidos, incluso sobre el tema comercial y económico. Prueba de ello es que todo lo relacionado con la ASPAN está a cargo de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) y no de la Secretaría de Economía.
Además de la migración, el tema del campo es de los más apremiantes para México, pero sobre el que los gobiernos mexicanos han preferido seguir puntualmente la agenda impuesta por Estados Unidos, mientras los propios estadunidenses son los más proteccionistas, no aplican lo que dictan y sí han logrado progresos en su sector agrícola, aseguró el investigador José Luis Calva en su análisis Asimetrías agrícolas.
El especialista afirmó que los principales beneficiarios de la liberalización del comercio han sido los países industrializados. Hay un doble discurso de los países ricos, y en especial de Estados Unidos, y se ha producido “la desnivelación del campo de juego en la economía internacional”.
Aseguró que Estados Unidos “se mantiene fiel a su pragmatismo agrícola, que lo convirtió en la primera potencia agroalimentaria del planeta, mientras en México van más de dos décadas de neoliberalismo agrícola, de fanática aplicación de las recetas de cambio estructural que Estados Unidos recomienda al mundo, pero que no aplica” en su territorio.
Energía en la agenda
La importancia del tema energético en la cumbre de mandatarios obligó a organizaciones de los tres países a realizar de manera paralela el Encuentro Norteamericano de Organizaciones del Sector Energético, a fin de “enfrentar el proyecto neoliberal de la ASPAN en el sector energético”, advirtió la RMALC.
La red aseguró que la ASPAN, oficializada en marzo de 2005, en una cumbre similar a la que hoy se celebra en Canadá, representa “una nueva fase de la integración neoliberal en Norteamérica, al vincular estrechamente el tema de seguridad con las relaciones económicas y comerciales, y al colocar a los jefes de las trasnacionales de la región en el centro de la toma de decisiones, hasta el punto de conducir a una privatización de las políticas públicas para promover los intereses de las corporaciones, por encima del interés público”.