La especialidad estará centrada en las manifestaciones del arte contemporáneo
Crean maestría en estudios de museos
Hay recintos que persisten en esquemas viejos, cuando el gobierno daba todo: experto
Ampliar la imagen El museólogo Ery Cámara, durante la entrevista Foto: María Luisa Severiano
Casa Lamm Centro de Cultura ha creado una maestría en estudios de museos y gestión del arte, que comenzará el 28 de agosto, cuyo objetivo es contribuir a la formación de profesionales en museos, galerías, centros culturales, y en la gestión del arte y la cultura en espacios alternativos.
Su énfasis en el arte contemporáneo no resta respeto hacia todas las manifestaciones artísticas, ya sean prehispánicas, coloniales, arte popular y moderno, por ser “la misma fuente en las que todos los artistas se inspiran”, expresa el museólogo Ery Cámara, coordinador de la maestría con Rodrigo Witker.
Ya han existido, y existen, maestrías en museos; sin embargo, de acuerdo con Cámara, lo que les faltaba abarcar era precisamente el arte contemporáneo. La de Casa Lamm está concebida para “abrirnos a la época actual”, a la vez que extender el área de acción de sus egresados a las galerías de arte, los espacios alternativos, así como a proyectos que muchas veces no necesitan el ámbito museográfico como sede para producirse, como por ejemplo en la calle.
La idea, continúa Cámara, es que “quien quiere trabajar en el museo esté lo suficientemente informado de todas esas mutaciones que ocurren en el arte y que de alguna manera impacten en la forma en que se presentan al público, y también lo que pueden representar hoy para el público estas mismas manifestaciones.
“En ese sentido lo que la maestría puede dar al alumno es, por un lado, todas las reflexiones en torno a lo que es hoy día el desarrollo del arte como institución y, en un momento dado, cómo está ligado a un cambio que la globalización ha generado en el mundo, cuyos modelos económicos tienen también su impacto en la conducción de los museos.
“Son múltiples aspectos que, de tomarse en cuenta, un museo se puede manejar de manera óptima. Sin embargo, hay algunos recintos que todavía persisten en lo administrativo, en buscar esquemas muy pasados de moda, porque responden a cuando el gobierno podía dar muchos subsidios a la cultura y el arte.”
La maestría se divide en cuatro semestres: “En general procuramos que a partir de la museología haya un entendimiento amplio de lo que son los estudios culturales o visuales, como hoy día los llaman; igualmente que haya un estudio del mercado del arte, cómo está influyendo, cómo la gestión cultural cada día adquiere más consistencia, lo cual nos obliga a buscar mayor colaboración con los museos”.
Uno de los planteamientos de la maestría es tener contacto con los museos para que los alumnos lleguen a ejercer sus prácticas dentro de ellos, de acuerdo con las necesidades estipuladas por esos recintos. De hecho, el consejo de asesores de la maestría está integrado por los directores de los museos Tamayo, Franz Mayer, Nacional de Antropología e Historia, Nacional de Arte, Arte Moderno, Palacio de Bellas Artes, Amparo, entre otras instancias.
Cámara anota: “También hemos buscado la posibilidad de hacer productos para un museo, llevar una investigación o una documentación de su colección o hacer una catalogación de alguna exposición. Que no sea simplemente el alumno haciendo su servicio social, sino un vínculo mucho más interesante que permite al estudiante adquirir experiencia, pero también al museo ver un tipo de desarrollo alterno que probablemente con su personal no podría llevar a cabo”.
Ya que muchos de los egresados de las maestrías en México no se titulan, la de estudios de museos tiene programado un seminario de tesis constante a lo largo de los semestres para que el alumno termine con “una propuesta concreta”.
–¿A qué tipo de trabajo pueden aspirar los egresados de la maestría?
–Pueden ser curadores, diseñadores de exposiciones, enlaces en relaciones públicas y comunicación, y trabajar en la administración de ciertos proyectos dentro del museo. En nuestra comunidad se ha dado mucho la improvisación por falta de espacios de formación. De un día para otro la gente se dice curador. Puede tener un entendimiento conceptual de lo que es la obra, pero muchas veces no tienen idea de cómo esta obra puede ser un discurso en un espacio.
“Entonces, en el momento de llegar al espacio del museo, aunque la gente sea erudita en la investigación, hay que adecuarla a los recursos del recinto para elaborar el discurso museográfico, es decir, diseño de iluminación, gráfico, de mobiliario y también una dosificación de la información que se va dando al público para que su recorrido sea ameno y se convierta en una experiencia estética agradable.”
La evolución, tanto de la museografía como de la museología, ha hecho que en lugar de ver nada más “el edificio-mausoleo que antes podía tener toda la colección enterrada allí”, ahora “vemos museos más cercanos a centros comerciales con su tienda, su cafetería, que responden a la actualidad”.
Para mayores informes, llamar a los teléfonos 5514-4899 y 5525-3938.