Reiteran su rechazo a reconocer a Calderón como presidente

Sin Cota, líderes del PRD encomian la unidad interna

Crean comisión para decidir qué actitud adoptarán el día del Informe

ALMA E. MUÑOZ

Sin la presencia de Leonel Cota Montaño, presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), siete dirigentes de ese instituto político enaltecieron la unidad entre los grupos internos del sol azteca en torno al rechazo a Felipe Calderón Hinojosa como presidente de México.

En nombre de la militancia perredista resaltaron que no aceptarán la presencia de Calderón en la tribuna del Congreso, porque “no cuenta con la legitimidad que sólo da una elección democrática”.

La instrumentación de los acuerdos que asumirán los grupos parlamentarios para la ceremonia del primer Informe de gobierno del panista quedará bajo la responsabilidad de una comisión integrada por los coordinadores, Javier González Garza, en la Cámara de Diputados, y Carlos Navarrete en el Senado, además de Cota Montaño y del secretario general, Guadalupe Acosta Naranjo.

A la reunión con los medios de comunicación, convocada para dar a conocer los 14 principales resolutivos del décimo congreso nacional perredista, acudieron Jesús Ortega y Alejandro Encinas, quienes se perfilan como los principales contendientes por la presidencia del partido, en marzo próximo.

También estuvieron los coordinadores parlamentarios, acompañados por el dirigente del PRD capitalino, Ricardo Ruiz, y los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, Acosta Naranjo y Saúl Escobar. El gran ausente, otra vez, fue Cota Montaño.

Sin aceptar preguntas, Acosta Naranjo dio lectura a un documento de dos cuartillas, donde una vez más se subrayó que “bajo ninguna circunstancia se reconocerá a Calderón como presidente de México, y no habrá diálogo ni negociación alguna con él”.

Por ende, se rechaza su propuesta en materia fiscal y las alianzas electorales con el PRI y el PAN. Así que las coaliciones del PRD serán “sólo con sectores progresistas que manifiesten su compromiso de transformación democrática del país, y su coincidencia con nuestro proyecto programático”.

El secretario general perredista expresó que el trabajo legislativo apunta por la consecución de reformas profundas al sistema político y al modelo económico. “En ese sentido se acordó (en el congreso) luchar por una reforma legislativa que incluya una nueva ley de radio y televisión”.

Asimismo, por el “reconocimiento pleno de los derechos de los pueblos indígenas, una reforma electoral, una del régimen de gobierno y una hacendaria, entre otros puntos”. De igual manera, la construcción de “una gran alianza que abarque los sectores democráticos de la sociedad y la más amplia diversidad de las izquierdas, así como ratificar la participación del PRD en el Frente Amplio Progresista”.

Pero la estrategia a seguir, indicó, debe combinar “diversas formas de lucha desde distintos ámbitos de la sociedad y frentes de acción política”, por lo que el sol azteca participará en la movilización social, en la propuesta pacífica “ante cualquier injusticia y, principalmente, en la lucha electoral y en los espacios institucionales”.

Enalteció la defensa del patrimonio nacional en materia energética, “conservando a Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad como pilares de la soberanía nacional e impedir su privatización y desmantelamiento”.

Subrayó, asimismo, el acuerdo de los congresistas por “evaluar” a los gobiernos surgidos del PRD, la creación del comité político nacional, que integrarán el presidente y secretario general nacionales, representantes de corrientes, los gobernadores, un presidente municipal, los coordinadores parlamentarios, un diputado local y los ex presidentes del partido, además de la conformación del secretariado nacional, con 15 integrantes. La dirigencia perredista resaltó la igualdad de género en los órganos directivos y candidaturas del partido, entre otros puntos.

Tras la lectura del documento, Encinas y Ortega establecieron que la unidad prevalece en el PRD. “No hay desunión, al contrario, vamos para adelante siempre”, dijo el ex jefe de Gobierno capitalino.

Después, el Frente Político de Izquierda (FPI) dio marcha atrás a su intención de impugnar resolutivos del décimo congreso nacional. Dolores Padierna, en nombre de las corrientes que conforman esa agrupación, expresó públicamente su beneplácito con los resolutivos de línea política, aprobados por los congresistas del partido, y se manifestó por entablar el diálogo con Nueva Izquierda y el resto de los grupos, “para ponernos todos a trabajar en lo que mandata el congreso”.

Tanto Izquierda Democrática como Movimiento de Bases Insurgentes, Izquierda Social y Unidad y Renovación, se sumaron para “fortalecer la unidad”.